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¿LA PENÚLTIMA PROCESIÓN?
El Real Zaragoza quiere aprovechar estos dos encuentros en La Romareda para levantar (sic) el paso definitivo y salvar otra temporada de calvario. Escribá afilará su 442 con Azón, Simeone y Bebé. La duda: la pareja de centrales
✍️ Javi Hernández (@SepiaHdez)
Alfonso Reyes (@Futbolgrafo) y Daniel Marzo (@DMarzoFoto)
Iván vuelve a casa. Ya lo hizo fugazmente pasada la Navidad y ahora todos deseamos que sea para quedarse. Ha sido tanto el sufrimiento mientras se le esperaba durante una temporada que ha pasado -hasta ahora- casi en blanco, que no pocos optarían por seguir dosificándole los minutos en las ocho jornadas que quedan, para asegurar que llegue en plenitud al próximo verano. Por desgracia, tampoco en el fútbol, casi nada es garantía de nada y a los miedos sólo se les derrota mirándoles a los ojos. Hay ocasiones en las que se debe dar un paso al frente y aguantar la respiración, confiando en que haya suelo que pisar. Si Azón no es titular ante el Granada -para jugar 60-65 minutos- después de completar toda la segunda mitad ante el Levante, se estaría enviando un mensaje que ayudaría poco a que el jugador terminase de olvidar de dónde viene.
Escribá mira sus notas y están todos. O, al menos, todos los principales. Por una vez, los inconvenientes no han salpicado a los teóricos titulares. Una resonancia confirmó una pequeña contractura en el aductor -de la pierna no vendada- de Vada: cierto es que aquí se pierde a un relevo de confianza para la segunda mitad. Por su parte, Alarcón sufrió el miércoles una rotura fibrilar en su gemelo. Mollejo, por su parte, sigue avanzando en su recuperación -ya hace carrera continua- y se le espera para los últimos partidos del curso.
Hoy proponemos un Juego del Sepia de aparente consenso. Más allá de las incógnitas por despejar en el centro de la defensa, la confesión de Escribá en Jueves Santo de que saldrá con los mejores invita a pensar que tanto Bebé como Azón serán de la partida -en lugar de Puche y Alarcón-, recuperando el 442 y estrenando un tridente que quizá sea la mayor ilusión a día de hoy del penitente zaragocismo. Bebé, Azón y Giuliano. La BAG -la bolsa- para lograr los puntos que todavía han de abrochar la permanencia. La bolsa para la vida.
EL JUEGO DEL SEPIA
Antes de centrarnos en la principal duda de la próxima alineación, vayamos con el elogio. Nieto lo ha vuelto a hacer. No es la primera temporada en la que firma un arranque invisible y termina siendo indiscutible. Fuentes bajó el nivel a finales de año y eso le abrió una rendija, es cierto, pero el canterano la ha sabido aprovechar desde la convicción tranquila y el esfuerzo discreto. De nuevo, las principales amenazas ofensivas del rival -a ratos Callejón, a ratos Uzuni y, en la media hora final, un demonio del regate como Brian Zaragoza- caerán por su zona y él volverá a no tener casi ayudas… Si sale bien parado de este compromiso también, habrá que considerarlo uno de los jugadores de la segunda vuelta de esta plantilla.
Más allá de la duda que puede sobrevolar de si Escribá se guardará a alguno de sus principales atacantes de inicio –Azón, en realidad-, y ahí Puche o Grau podrían tener alguna mínima posibilidad de asomar en el once; la principal sombra se sitúa en el centro de la defensa. Quiénes serán los dos elegidos y quién se quedará en el banquillo entre Jair, Francés y Lluis. Escribá apostó por el portugués y el catalán en la visita al poderoso Levante, pero ha preferido sentar a Jair en los dos últimos partidos en casa, ante rivales con un perfil de delantera -más veloz que potente- similar a la del Granada. Además, ante la previsible presión que recibiremos en la salida de balón, Lluis y Francés se han mostrado mucho más fluidos a la hora de iniciar la construcción. Es muy probable que el canterano tenga una nueva oportunidad para recuperar una mejor versión que apenas se ha dejado ver este curso.
Bermejo anotó la pasada jornada el gol que casi siempre imagina. De pálido centenario con el Real Zaragoza, brilló con ese zurdazo en su partido 101 y puede ser el gran beneficiado del efecto de atracción que generen en la defensa contraria sus compañeros de delantera. El Granada llega descabalgado del ascenso directo, tras recibir una cornada imprevista en Gijón, y en plena búsqueda de una identidad en el mediocampo. Escribá habló de atacarles sin caer en el intercambio de golpes. Difícil equilibrio. Como cuando se levanta un paso en una procesión. Ojalá sea la penúltima de esta temporada y pongamos fin a tanto calvario.
