

REGRESO AL FUTURO
El Real Zaragoza, con un empate sin goles ni alma -y con Raúl Sanllehí ya en el palco-, apaga toda calculadora y se condena a cinco semanas de incómoda indiferencia por su presente. La permanencia, todavía a un punto

🐾 Javi Hernández (@SepiaHdez)
Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)
La imagen del partido se capturó antes de que comenzara. Raúl Sanllehí, muy próximo director general del Real Zaragoza, se estrenaba en el palco de La Romareda, todavía como invitado y sin sentarse en la primera fila. Que la hayamos elevado a la foto principal de la crónica resume lo invisible del encuentro, donde el conjunto aragonés nunca -más allá de un insuficiente arreón final- supo acercarse a los mensajes de optimismo y esperanza trasmitidos durante la semana. Siempre se puede no conseguirlo, claro, pero se ha convivido con demasiados inconvenientes a lo largo de la temporada como para dar la sensación de aceptar un armisticio la tarde menos pensada.

Es cierto que las remontadas finales de Oviedo y Ponferradina parecieron el cruel descabello de cualquier conato de hazaña, aunque se esperaba una versión con un minimo de rebeldía, de alma; porque hace tiempo que no hay nada que conservar y porque tres morlacos -como Tenerife, Girona y Huesca- venían de sufrir la estimulante convicción de un Real Zaragoza que se negaba a dar la temporada por acabada sin haberla jugado entera. Hasta aquí. Este empate salva matemáticamente al Burgos y deja al conjunto aragonés a un escasísimo punto de logarlo y de consumar así su cambio de propiedad, CSD mediante. Apaguen calculadoras, aplaquen la ansiedad de querer que agosto llegue más rápido de lo que va a llegar y pasemos estas próximas cinco semanas de la manera más constructiva y cariñosa posible.

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Existía la duda principal de Vada o de Francho en la alineación y JIM se decantó por el argentino… y por replicar la propuesta que superó al Girona. Quizá porque imaginaba que el Burgos iba a jugar también con tres centrales, como así fue, si bien casi nada se pareció al anterior partido en casa. Los visitantes empezaron mordiendo arriba y el conjunto aragonés braceaba en mar abierto, sin hacer pie en el mediocampo. Por entonces, apenas fluctuaba entre la sospecha y el temor, pero la ausencia de Azón y Chavarría -lesión y sanción, respectivamente- explicó esta versión tan pálida de los locales: sin colmillo en la presión, sin correa de transmisión con la grada y con mucho menos vuelo del habitual por banda izquierda.

JIM cometió el mismo error táctico que contra el Girona y que aquí señalamos, pese a que la victoria final parecía desautorizar la reflexión: situar al muy vertical Borja Sainz a banda cambiada, para atacar una defensa de tres centrales. El ida y vuelta incesante de Chavarría actuó entonces como factor corrector, era de esperar que Nieto no resultase tan amenazante y que la tela de araña táctica de Calero nos redujera. ¿Cómo se podía haber corregido? Concentrando la profundidad por banda derecha, con Gámez y Sainz, pasando Bermejo a jugar por dentro y dejando la banda izquierda a Narváez o a Sabin, para que -cada vez que se centrara desde el carril contrario- entrara en el área en busca del remate, duplicando así una amenaza muy escasa: la que suponía Álvaro Giménez abrazado toda la tarde por tres centrales.

Esta plantilla, ya desde verano, tiene una clara asimetría, que sólo ha sido resuelta por una temporada portentosa de Chavarría. Mejoradísimo en defensa respecto a su anterior temporada, ha sido capaz de darle profundidad a una banda donde ninguno de los compañeros que se turnan delante suyo están cómodos llegando a línea de fondo por ese perfil. Si hay un jugador capaz de rebatir esta teoría es Puche, pero JIM -ayer también- se empeña en ponerlo en banda derecha y ahí su fútbol da la impresión de no fluir con la misma facilidad. Un buen centrocampista de banda zurdo ha de estar anotado en la lista de necesidades que Sanllehí prepara tras sus gafas ahumadas.

Vada se mantuvo en el once y era el factor que flexibilizaba dos sistemas diferentes: se alineaba con Giménez en defensa, en un 442; y se acercaba a Eugeni, en un 4141, cuando era el Real Zaragoza quien iniciaba sus ataques. Hay veces que apostar por un jugador más ofensivo no te da más peso en ataque. Zapater, Eugeni y Vada tardaron más de media hora en imponerse al centro del campo rival y, con esa parcela perdida, era muy complicado que los dos últimos trascendiesen en la creación. Los acercamientos a la portería de Herrero respondían más a arrancadas de Gámez, Sainz o Bermejo que al volumen del juego local.

Cuando parecía que el Burgos había desinflamado su presión inicial y Jair volvía a liderar la defensa áerea, Andy puso en juego un córner ensayado con una parábola que encontró a Matos más atrás de la medialuna del área y éste la descosió de volea con el exterior, para astillar el poste derecho de Cristian y despertar a La Romareda de un sopor ya envolvente. Eugeni lo intentó desde una distancia similar, en jugada personal tras conducción, pero con mucha menos precisión y Bermejo no pinchó lo suficiente un control en el segundo palo: el portero desactivó el peligro. Si hubo una ocasión en la primera mitad, fue una conducción imparable por izquierda de Borja Sainz, que superó a dos defensores y quiso todos los honores en lugar de asistir a un compañero en mejor posición.

Es cierto que el Real Zaragoza llegó al descanso mejor de lo que comenzó el partido, pero se esperaba una postura intervencionista de JIM en esos minutos, porque todavía estaba por encontrar el lugar en el que hacerse fuerte y desde el que opositar al triunfo. Quizá Narváez o Sabin por un inocuo Vada y reordenar el frente de ataque con la idea ya desarrollada en el cuarto párrafo. La laxitud del mediocampo te pedía a gritos, al menos, a Francho. El canterano, con su dinamismo casi ubicuo, habría sofocado esa inferioridad permanente en el medio. Su denegada titularidad incluía dos beneficios añadidos: devolver a Eugeni a una mediapunta que debe recuperar con urgencia y reservar a Vada como el agitador final que no terminamos de encontrar en el banquillo mediada la segunda parte.

El Burgos volvió a salir mejor de vestuarios y obligó a dos grandes acciones defensivas: una palomita a mano cambiada de Cristian, tras disparo cruzado de Guillermo; y un rescate milagroso de Gámez, llegando de ninguna parte a la velocidad de la luz para abortar un remate de Valcarce en absoluta soledad en el punto de penalti. La Romareda comenzó a impacientarse, con toda la razón, y JIM activó dos cambios, que quizá debió introducir ya tras el intermedio. Francho y Narváez entraron por Zapater y Vada, pasando Borja Sainz a la banda derecha, quedándose el colombiano en la izquierda, Francho en el pivote y siendo Bermejo y Eugeni los interiores.

El Real Zaragoza pareció revitalizado con el doble movimiento. Sainz superó a su lateral y puso un centro raso, que casi llega a Narváez. Bermejo le daba una dinámica a la mediapunta que nunca pudo Vada y Eugeni fue cabeceado en la nuca por Elgezabal, cayendo ambos al suelo al instante, mientras el árbitro amagaba con dar la ley de la ventaja pese a haber ocurrido apenas a metro y medio suyo… Pareció que el catalán no iba a poder continuar y luego dio la impresión de que iba a ser uno de los sustituidos por Puche o por Sabin. Ni una cosa y la otra. Aguantó hasta que Petrovic entró por él en el 85 y aún ensayó otro disparo lejano con la misma poca fortuna que en el primer acto. Su fútbol se ha caído en el doble pivote.

Puche entró por Borja, para fatigar una banda diestra que no parece la mejor para sus condiciones, y Sabin sustituyó a… Álvaro. Es verdad que Giménez -héroe en este partido en la primera vuelta, estuvo lejos del aprobado, sometido por la tripleta central del Burgos y también es cierto que ya tenías un segundo delantero como Narváez en el campo -aunque fuera por banda izquierda-; pero si de verdad te crees que hay que intentar hasta el final ganarlo todo, muere con dos nueves y otros dos atacantes por banda. Hay pocas cosas más decepcionantes que no tener nada que perder y dar la impresión de que te vale no hacerlo.

Córdoba -igual que Ignasi Miquel en El Alcoraz- impactó su remate de cabeza en el larguero de Cristian en unos minutos finales, en los que el conjunto aragonés pareció despertar de una anestesia no pautada e ir en busca de un triunfo que le hubiera permitido a Sanllehí sentarse en primera fila del palco dentro de dos semanas, contra el Alcorcón. Jair, dos veces -una en el área pequeña y otra al borde de la grande-, no pudo calibrar su zurda, mientras que Petrovic también remató mordido unos segundos más tarde desde una baldosa cercana. Narváez, quien sacó dos amarillas a la defensa rival y se le apreció bastante entonado, no acertó con un último remate tras centro raso de Nieto. Hasta aquí cualquier cálculo esperanzado. El playoff y -ojalá- el ascenso directo deberán esperar otro año. Este empate nos aleja del presente y regresa -mentalmente- al futuro, McFly.

REAL ZARAGOZA. Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Nieto; Zapater (Francho, 60), Eugeni (Petrovic, 86), Vada (Narváez, 60); Bermejo, Sainz (Puche, 73); y Álvaro Giménez (Sabin Merino, 73).
BURGOS. Herrero; Álvaro Rodríguez (Navarro, 74), Córdoba, Rubio, Grego, Matos (Fran García, 84); Elgezabal, Andy (Miki Muñoz, 78), Juanma (Ernesto, 78); Pablo Valcarce y Guillermo (Medina, 74).
ÁRBITRO: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó a Sainz (24), Rubio (25), Álvaro Rodríguez (63), Córdoba (75) y Jair (92).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Liga, disputado en La Romareda. 18.000 espectadores.


Excelente crónica como siempre,Javi. Lo que yo reprochó a JIM es que ni intente variaciones tácticas una vez visto el transcurrir del partido,sin necesitar hacer cambios. Yo a los diez minutos ya hubiera pasado a Borja a la derecha,Bermejo al doble pivote,Eugeni a la media punta y Vada a la izda,donde jugó su temporada en Tenerife
Gracias, Luis!
Le falta cintura para ir adaptando el plan a lo que el partido ya te muestra en los primeros minutos, es cierto
Tu solución hubiera sido una buena medida para ajustar la alineación por la que optó
Abrazos
Después de muchas semanas sin leerte vuelvo al redil. El equipo está muerto y se sujeta en pocos jugadores, cuando alguno falla … pues somos muy vulgares. Lo mejor de la temporada ha sido leonsepia.com. Abrazos al equipo.
Gracias, Luis!
Fue un mal partido, como ha habido varios esta temporada, pero que no definen este curso. Quizá más el anterior
Esperemos resucitar en los cinco partidos que quedan, porque si algo había demostrado este equipo antes del domingo era no estar muerto
Abrazos y bienvenido de vuelta al redil 🙂