Yarza -con su inseparable Forcén- tendrá que explicar, si encuentra grandeza para ello y halla a quien se lo quiera preguntar, por qué cuando se sentía al volante de la venta en verano, con la temporada sin comenzar y con Spain Football Capital tratando de encontrar algo de suelto para aterrizar de su mano, decretó el silenzio stampa en su conglomerado mediático; y por qué desde hace tres semanas, quizá por sentir que el avance de Orlegi es casi imparable por el otro sector, rocían de gasolina el día a día de un Real Zaragoza, que palidece con el paso de las jornadas y que nos debería obligar -a todos, incluso a los que siguen presumiendo de lo que demuestran no ser- a priorizar las preocupaciones: centrándonos en una permanencia todavía más que lejana. Existe un ya indisimulado interés personalista, por parte de los citados accionistas minoritarios, en desviar atenciones y situar el corazón colectivo cerca del precipicio: que se venda ya, porque sólo si se vende ya… se venderá al fondo que nos interesa. El Zaragoza será lo que quiera su gente, se dice con orgullo cierto. Y, ahora más que nunca, el león necesita que su gente demuestre conocer la selva en la que vive: ocupándose de salvarlo de una probable muerte deportiva y, si protesta, que no apunte al aire: sólo así se podrá silenciar este insoportable y egoísta ruido en el pasillo de nuestros cuidados intensivos.
El primer párrafo te lo firmo con sangre, HOY GANAR, GANAR Y GANAR.
VAMOS!!