La retirada de Narváez en Cartagena, nada más iniciarse la segunda parte, se ha quedado en su enésimo susto del curso. El colombiano sigue sin despegar físicamente y los rivales buscan rascar un tobillo maltrecho para desconectarlo del juego. Suelen conseguirlo y ahí el equipo, que pide a gritos la bravura de Azón y la claridad de Bermejo, pierde cualquier filo -con efe minúscula- que pueda acercarle a la victoria. Adrián sigue sin entrar en una convocatoria y ya no se sabe si es por exceso de precaución o por inicio de preocupación. Hay partidos que son vértices para cambiar rumbos, como las boyas en una regata de vela. O como el Cabo de Hornos: para virar la proa hacia el norte y, aunque la travesía vaya a ser todavía larga y fría, poder vivir fuera del descenso las dos próximas semanas.
Si Bermejo y Azón no son titulares yo ya no entiendo nada
Hola, Miguel!
Si Bermejo no lo es, sólo se podría explicar por el exceso de minutos jugados en Alcorcón estando recién salido de una lesión muscular. Quizá hoy lo quiera reservar para la media hora final, aunque yo le hubiera quitado 30-45 minutos el otro día para tener hoy todas las garantías de poder contar con él de inicio.
Con Azón no parece haber riesgo de lesión por acumulación de esfuerzos, pero tengo la impresión de que JIM va a darle la última oportunidad de arranque al Toro. Si no responde, lo cambiará antes del 60 y el canterano -salvo que llegue un nueve antes del choque contra el Albacete- recuperará el rol de titular de cara al próximo partido.
Abrazos
Buenas tardes Javer;
Hay que tener cuidado con todo y solo sirve la victoria pero como llueva o nieve y el campo se vuelva pesado, el factor físico va a ser muy importante, supongo que JIM lo tendrá en cuenta y eso pueda explicar el porqué de algunos jugadores en el 11 inicial (más descansados) y la entrada de otros durante el partido…vamos a ello.
Eso es!
Los partidos se juegan durante los 90 minutos y, aunque tendemos a fijarnos en quiénes los comienzan, tienden a resolverse al final, con quienes los terminan.
Abrazo grande, compañero de filosofía 😉