La espalda ciega de Jair y una nueva cornada del Toro impiden puntuar a un Zaragoza rebelde y vivo

📷 Archivo Alfonso Reyes

El Real Zaragoza volvió de Almería como podía temerse: con derrota y sin celebrar un solo gol. Con la asfixiante sensación de que se sigue a dos puntos de la salvación y quizá el domingo tampoco sea el día en el que se salga de ella, porque visitar Gijón implica un desafío similar. Sin embargo, y no se incluye en el primer párrafo como consuelo, sino como acto de justicia, el equipo discutió con rebeldía la victoria durante la hora inicial y rozó el empate hasta el triple silbido final.

La crónica ahondará en más matices y no se limitará a señalar con sendos dedos acusadores; pero, aunque siempre duele ser explícito -porque es el propio jugador quien peor dormirá esta noche-, es inevitable reducir la suerte del resultado adverso a dos negligencias individuales: Jair perdió el balón ante Sadiq, por desatender su propia espalda, en una zona donde debes circular con todos los retrovisores ajustados; y Fernández revivió su inolvidable error en Miranda, para no acertarle a la pelota en un centro de Narváez, que le tuvo frente a la línea de gol y sin oposición.

Hay temporadas que son un parto sin epidural y hay futbolistas que caen de nalgas. El Zaragoza no está donde está por la negación constante del Toro, pero va a ser insostenible para todos que continúe a partir del 1 de enero. Rescindir su cesión y encontrar gol en el mercado va a ser la principal prioridad de Torrecilla, que mañana será presentado. Antes, quizá en las próximas horas, deberá decidir el futuro de Iván. No puede descartarse que llegue a Gijón, porque el equipo emite señales de estar vivo -pese a sus seis derrotas en siete partidos-; si bien, a este cronista cada vez le cierra más la llegada próxima de Juan Ignacio Martínez.

Como era tan previsible como poco recomendable, Iván siguió exprimiendo a los mismos -más allá de los lesionados Guitián y Bermejo- apenas tres días después de ganar al Fuenlabrada. Claro que el manual recomienda cambiar el once lo menos posible si vienes de un buen resultado, pero somos el equipo que más partidos acumulamos y menos rotamos.

Surge, como un acto reflejo, el argumento de que tampoco hay mucho más donde elegir. Y, en el mejor de los casos, resulta una media verdad. Tejero fue el mejor lateral derecho de Segunda hace dos años, Vuckic es titular con Eslovenia, Francés pudo dar algún descanso a Atienza y Guitián en octubre y noviembre, antes de que el primero se rompiera; Buyla mostró el suficiente nivel en los primeros tres partidos para tenerlo en cuenta en algún momento; Raí, cada minuto que juega, parece mejor y ha sido invisible hasta hace nada…

Somos una plantilla corta, que decidimos reducir -Kagawa, Clemente, Lasure…- durante la última semana del mercado de verano en una torpeza sin igual: sabiendo el calendario que íbamos a sufrir durante el primer trimestre… Y, además, seguimos hiriéndonos en el largo plazo, quitándole minutos de competición a quienes necesitaremos en alguna semana -cuando los siempre titulares implosionen- y sobrecargando de esfuerzos cada tres días a varios organismos que hace tiempo no pueden ocultar que están en reserva.

El motivo profundo es que enlazamos cinco o seis semanas de doble partido con un entrenador en el banquillo -ahora Iván y antes Baraja- que siente permanentemente que el siguiente puede ser su último partido. Y si mi futuro depende del próximo marcador, cierro sesión en el Excel y no hay ningún cálculo que valga. Narváez, que el domingo fue la tercera vez esta temporada que tuvo que salir antes de tiempo por exigencia muscular, volvió a jugar 90 minutos… Estamos jugando a la ruleta rusa y ya llevamos unos cuantos disparos dados.

La salvación es una carrera de fondo y, si pretendemos alcanzarla pisando el acelerador hasta que el motor aguante, lo romperemos bastante antes de lograrla. El Real Zaragoza, pasara lo que pasara en Almería y pase lo que pase en El Molinón, se va a jugar su suerte esta temporada en los ocho partidos -todos ante rivales directos- que siguen al Sporting. Y ahí es donde los principales van a tener que llegar sanos y frescos… Lo más sanos y frescos que se pueda ya a estas alturas.

Habiendo vencido al Fuenlabrada, los siguientes dos partidos deberían entenderse como una oportunidad para intentar puntuar, oxigenando a quienes más kilómetros acumulan: Narváez, Francho, Chavarría… Imaginen, por un momento, una rotura muscular de cualquiera de ellos -ya no digo de más de uno- el domingo en Gijón, justo antes de un tramo que te va a carear con el resto de candidatos al descenso, por el sinsentido de seguir insistiendo en esta temeraria huida hacia adelante. Nos estamos presionando una almohada sobre la cara y no parecemos ser conscientes de la asfixia.

Eguaras por Javi Ros fue la única novedad por decisión técnica, mientras Francés y Zanimacchia completaron el once debido a las ausencias de los lesionados Guitián y Bermejo. El Zaragoza, ante un Almería absolutamente renovado respecto al fin de semana, supo sentirse cómodo y hasta asentarse, por momentos, en campo rival. Jair contenía a Sadiq, Francés y Vigaray auxiliaban con precisión las pocas veces que era necesario; Eguaras, salvo alguna pérdida no forzada, lograba filtrar balones redondos, ahí Francho ejercía de preciso conector; Nieto y Chavarría fatigaban la banda izquierda, Zanimacchia agitaba la derecha. Narváez arrancó con brío y pronto reguló, mientras Azón lograba desmarcarse de las agujetas de su batalla anterior y creció conforme avanzaba la primera mitad. Un centro suyo, desde línea de fondo, estuvo cerca de ser rematado por Narváez y Chavarría. Antes, había disparado flojo a las manos del portero. Francho, más tarde y ya dentro del área, protagonizó el mayor peligro de un equipo al que, aun siendo superior al tercero en su casa, le cuesta una hernia asustar.

El arranque de la segunda mitad incrementó la sensación de comodidad del conjunto aragonés, que se sentía capaz de volver con algo más que un empate. Gomes, técnico portugués del Almería, tuvo que maniobrar primero y dio entrada al peligrosísimo Corpas por De la Hoz, cambiando el doble pivote por un 4-1-4-1, que amenazaba más con pelota y, sobre todo, tras pérdida.

El primer acto de la derrota se rodó a la espalda de Jair, protagonista de casi todas las últimas fotos de portada: una heroica, sobre la línea para salvar la victoria, hace tres días; y dos de denuncia, en Castellón y Almería. Sadiq, a quien había reducido dentro y fuera del área hasta ese momento, le madrugó la pelota por la retaguardia y ésta le llegó rápido al espacio, tras triangular con Corpas y Carvalho. Su excesivo físico daba alguna esperanza en un mano a mano algo ladeado, pero una definición magistral, picándola como los mejores ante la salida de Cristián, lo declaró un falso torpe y explicó los cinco millones pagados este verano por su traspaso.

La cornada tenía el pronóstico reservado.. hasta que llegó la final del Toro Fernández, en el descuento. Todavía no se cree, aunque se vivió como una repetición del gol cantado, que ya se perdió en Miranda. El uruguayo apenas llevaba un par de minutos en el campo -agotó con Javi Ros el turno de sustituciones- y, a diferencia de en Anduva, donde la envió por encima del larguero, aquí la pelota se escapó a milímetros de unos tacos, que debieron firmar el empate y nunca la encontraron.

Iván recurrió de primeras a Vuckic y a Raí, por Azón y Zanimacchia, para pronto hacer debutar a Carbonell por Chavarría-ubicándolo en banda derecha y a Raí en izquierda- y terminar con un quinto delantero, dando entrada a Fernández por un Francés que terminó sufriendo y flirteando con la segunda amarilla. Carbonell tuvo algún destello en una zona que no parece la suya y Raí llenó de intención y buenos golpeos unos minutos que ya merecen ser muchos más.

Que no cunda el pánico, porque el pánico es el que nos hace creer que no hay más partidos que el siguiente y seguir exprimiendo hasta la lesión a quienes deben jugar ocho partidos decisivos pasado el Sporting. Me temo que en Gijón seguiremos tensando las cuerdas que todavía no se han roto porque, si continúa Iván, seguirá con la sensación de posible fin de trayecto; y si de aquí al domingo llega un nuevo entrenador, querrá estrenarse con quienes considere mejores, sin atender a riesgos. Ojalá puntuemos en Gijón y sigamos a menos de tres puntos de la permanencia. Y ojalá ningún músculo se rompa por el camino al final de este calendario inhumano, que tan imperfectamente hemos gestionado.

Almería: Fernando; Buñuel, Chumi, Cuenca, Centelles; De la Hoz (Corpas, 55), Petrovic; Carvalho, Robertone (Samu Costa, 77), Lazo (Villalba, 83); y Sadiq.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Francés (Gabriel Fernández, 89), Jair, Nieto; Francho, Eguaras (Javi Ros, 89), Zanimacchia (Raí Nascimento, 71), Chavarría (Carbonell, 77); Iván Azón (Vuckic, 71) y Narváez.

Árbitro: Gorostegui Fernández (Comité Vasco). Amonestó a Iván Azón (35), Chavarría (42), Centelles (64), Sadiq (69), Francés (77) y Buñuel (90).

Gol: 1-0, min. 60: Sadiq.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de Liga, disputado en el estadio Juegos del Mediterráneo, a puerta cerrada.

@Sepiahdez @Leonsepia

4 comentarios en “Jornada 2. Liga Smartbank. ALMERÍA 1- REAL ZARAGOZA 0. La espalda ciega de Jair y una nueva cornada del Toro impiden puntuar a un Zaragoza rebelde y vivo”

    1. Javier Hernández Aguirán

      Hola, Luis!
      Probablemente, aunque no me fijo demasiado si te soy sincero.
      Date cuenta que la propiedad es, a su vez, propietaria, directa o indirectamente, de casi todos los principales.
      Por ese motivo, han estado conviviendo con un relato tan amable hasta hace poco y no han tenido problemas en encontrar explicaciones peregrinas, que solían blindarles ante cualquier responsabilidad al término de cada temporada.
      Un abrazo

  1. Miguel Domingo Tolon

    ¿ Eres partidario de mantener a Iván como entrenador?
    Por otra parte me parecen muy desafortunadas las declaraciones del nuevo director deportivo, diciendo que el mercado invernal está muy lejano, cuando para mí la salvación pasa por traer en ese mercado a 3 jugadores titulares.
    Si con todo lo que está pasando esta crisis se cierra únicamente con el cese de Lalo será una decepción mayúscula, además de una losa muy grande para que nuestro REAL ZARAGOZA vuelva a ser lo que algún día fue. Reconozco que cada día me siento más decepcionado con la Fundación y eso que cuando llegaron al club los vi como a unos salvadores.

    1. Javier Hernández Aguirán

      Hola, Miguel!
      Yo creo que Torrecilla ha dicho lo que tenía que decir. Hay todavía dos partidos antes de ese mercado y debe intentar que nadie se desconecte. Otra cosa es que trabaje desde ya para tratar de reforzar lo más posible la plantilla en enero.
      No va a haber ningún cambio estructural salvo el caso improbable de que llegue alguien con 14 millones o el indeseable de que terminemos descendiendo y sea más que probable la desaparición.
      Cuando se tarda ocho años en conocer a quienes dirigen tu club y tú ciudad, suele ser demasiado tarde para evitar casi nada. Ojalá este tardío descubrimiento nos haga abrir los ojos sobre unas cuantas cosas más.
      Yo intentaba traer a un entrenador con experiencia en estas situaciones y en la categoría, reconociéndole a Iván que el equipo ha mejorado desde el poco perdonable partido de Castellón y restituyéndole en el filial.
      Un abrazo

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