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El Zaragoza de JIM busca su 'Yang': ganar al Lugo para que esta densa niebla levante
No hay Yang sin Yin. Y esperemos que tampoco sin JIM. El deseo va más allá del fonético juego de palabras. El nuevo técnico del Real Zaragoza -el tercero de esta infausta media temporada, que llega a su última jornada de 2020- se estrena en liga con un equipo despeñado en la clasificación -penúltimo, a cuatro puntos de la permanencia- y que, jornada tras jornada, va desapareciendo entre necesidades existenciales, casi metafísicas.
La energía ‘Yang’ alude al ‘lado soleado por la montaña’: ése que llevamos sin disfrutar desde principios de marzo, si lo traducimos a nuestra leonina realidad. Suele ser intensa, concentrada y acalorada. Exactamente lo que necesita un conjunto que se viene muriendo por hipotermia: tiritando debido a su falta de gol y, aún más, por la espesa niebla que le envuelve cada vez que necesita llegar a él. Ahora va a necesitarlo casi siempre, porque va a requerir ganar un partido de cada dos para salvarse.
JIM, más allá de su reconocida capacidad para reactivar anímicamente a sus equipos, va a poder tocar pocos botones nuevos para pasar al lado luminoso. Seguro que no a cortísimo plazo, porque no recupera a ningún efectivo para este próximo compromiso. Y cada vez parece más improbable en el medio o largo, ya que el margen económico para hacer frente a hipotéticas incorporaciones en enero -si no hay entrada de capital y según el nuevo cálculo del límite salarial por parte de la Liga- quedaría estrangulado en unos ridículos 100.000 euros.
No hay más remedio, por más que la cantidad final pueda esponjarse algo de aquí al 31 de enero, que exprimir el potencial de lo que se tiene y del de quien está. Que termine siendo mejor de lo que ha parecido y más de lo que se ha mostrado. A eso se viene dedicando JIM desde el lunes por la tarde y, por ahí, sí se confía en apreciar un equipo algo más poderoso en ánimo y autoestima. Liberada la mente, quizá llegue algo de fútbol.
La tardía victoria en Copa, en Torrelavega -hoy se ha sabido que la segunda eliminatoria nos enfrentará al Alcorcón, como visitantes-, sólo puede conspirar a favor de ello. El técnico dio ocasión a los menos habituales y, si bien es cierto que casi nadie la aprovechó y que tuvieron que regresar los más jóvenes al rescate, pareció notarse otro lenguaje corporal. Un desacierto similar, pero con una viveza renovada. Sabemos que no basta con querer para poder, pero sólo vas a poder si no dejas de querer.
Azón, que el miércoles se convirtió en el tercer jugador más joven en marcar un gol con el Real Zaragoza en toda la historia del club -según informa Pedro Luis Ferrer en el Diario As- expandirá el ataque con unos esfuerzos impropios de su minoría de edad, mientras que Francho recuperará el timón tras su necesario descanso copero. Narváez y Eguaras, respectivamente, los acompañarán. James ya entrena, pero no llega. Tampoco se recuperan, ni aún se ejercitan, Bermejo, Guitián y Adrián, mientras Atienza deberá cumplir dos partidos de sanción por sus innecesarias y torpes protestas en Gijón.
Como ocurre con el margen económico, el táctico también es más que escaso… Diez de los once probables titulares salen solos y la undécima plaza -el centrocampista de banda derecha- deberían disputársela entre Raí y Larra, de acuerdo a lo visto en el campo de la Gimnástica, donde Zanimacchia jugó 90 minutos y lo hizo por izquierda. En cuanto al dibujo, cabría la opción de que JIM apostara por el 4-2-3-1, con el que su Cartagena de hace una década se instaló en el lado luminoso de la montaña. Este sistema conectaría a Narváez con el juego y acercaría a Raí -si finalmente es él el titular- al área rival, como principales ventajas ante un rival de acero inoxidable, que juega como lo hacía su entrenador y que no necesita demasiado para castigar. Nuestro Yin exacto, hasta ahora. Hasta la llegada de JIM… con su deseado Yang.
Alfonso Reyes
El posible 11 de JIM
A mí no me sobraba Carbonell en la convocatoria…
Hola, Sergio!
De tanto abrazarnos a los canteranos para que nos salven, haremos un ‘alcorcón’ cualquier día de estos
Abrazo
A mí lo que me da miedo es que hagamos un «Reus»…
Ya va lloviendo menos, Sergio!