El Zaragoza se despeña alrededor del descanso, complica su estado y afea el buen estreno de Iván

📷Alfonso Reyes

No ha sido una noche fácil para ser zaragocista. Hace ya demasiadas que no lo es, tristemente. El estreno de Iván Martínez en el banquillo nos había ilusionado con un cierto renacer futbolístico y  hasta con una probable victoria ante el Oviedo, que diese impulso a una temporada que cada vez nos mira con unos ojos más fieros… Hay que centrarse en salvar el descenso. Cuanto antes lo asumamos, antes podremos centrarnos en otros objetivos que, a día de hoy y a noche de ayer, nos superan ampliamente.

No lo hizo (superarnos ampliamente) el Oviedo, aunque siempre exhibió una superioridad física y una robustez táctica que lo intuían favorito a terminar gritando victoria. Quizá vivió sus minutos más dudosos después de que el Zaragoza se adelantara con un gol en propia puerta de Bolaños, exigido por Guitián. Cuando parecía que íbamos a llegar por delante a la meta volante que siempre supone el descanso, Borja pareció Gulliver en nuestro área pequeña y empató a la salida de un córner, que se sintió como una puñalada.

El intermedio no detuvo el sangrado y el Oviedo acosó la frágil estructura defensiva que se nos ha quedado con tanta fibra rota. Enseguida, Blanco Leschuk remató sin oposición un centro con toda la ventaja desde línea de fondo. Hubo un conato de reacción y un rapto de fútbol de mayor vuelo, activado por los cambios, que se vio cortocircuitado con un brazo desesperado de Francés, obligado a negar un pase en profundidad que dejaba solo a Nahuel ante Ratón. Roja directa. Partido acabado. Derrota segura, pese al entrenador nuevo.

Se sintió segura en ese momento, pese a que todavía quedaba un cuarto de hora y que se venía de minutos de mucho valor, porque la carestía de recursos -nueve bajas- hacía casi imposible una maniobra que fuera capaz de protegernos y seguir siendo mínimamente amenazantes. Quizá Larrazábal por Bermejo -de nuevo, el activo de mayor talento- para situarlo como lateral derecho y ajustar con Tejero de central… Terminó siéndolo Eguaras que, cuando decide ponerse al servicio del colectivo, es capaz de rendir incluso como improvisada pareja de Guitián.

Iván cumplió con casi todas las expectativas. Apostó por los suplicados tres centrocampistas centrales, liberó los carriles para los laterales y recuperó la aniquilada figura del mediapunta. Jugó en rombo, más ajustado a las hechuras imperfectas de esta plantilla. Y mejoró el rendimiento de su equipo con los cambios, aunque aquí no se distingue bien si resultó un acierto que nació de una errónea elección de partida.

Ros podía ser una duda razonable, en un pulso con Francho como interior. Mucho menos probable se intuía la opción de Zapater como titular en detrimento de James, por más que el nigeriano venía de varios rendimientos deficientes. Se diría que Iván tenía en mente restaurar de inmediato los galones de Eguaras e Igbekeme. No fue así, exactamente.

La opción de Ros y Zapater hubiera sido razonable si ambos vivieran próximos al nivel que les ha permitido sostener una trayectoria notable en el profesionalismo. Piernas, pulmones y corazón para avituallar a un Eguaras que parece haberse reconciliado con ese duende suyo tan nómada. El nuevos sistema le beneficia, es muy probable que el técnico recién estrenado también… Pero no le sentaron ni Baraja, ni el 4-4.2. Lo hizo un rendimiento impropio durante las siete primeras jornadas, que ni él ni el Real Zaragoza se pueden volver a permitir.

Zapater y Ros, quizá perfilados equívocamente, porque el primero rindió con comodidad como interior izquierdo en varios partidos del infausto verano pasado, daban posición  y estructura al equipo mientras no había urgencias que atender. Cuando tocaba correr hacia atrás, con la desesperación de quien sabe que se ha dejado el grifo abierto en casa, se les amontonaban las cicatrices sufridas. Y, claro, el efecto protector de la apuesta perdía mucho sentido.

No fue la mejor noche ofensiva de nuestros laterales, a quiénes este sistema debería potenciar en ataque, por saberse con la espalada cubierta por sus interiores. Especialmente apurado se le notó a Tejero, exprimido como ninguno en las últimas semanas. De musculatura heroica, ha conseguido sobrevivir sin lesionarse a un carrusel endemoniado de partidos. Quizá no era el partido para jugarlo sin atender al cuentakilómetros, si bien también sufrió atrás: por la calidad de Borja y la exuberancia de Nahuel.

El mayor naufragio de esta nueva derrota fue -seguramente, de nuevo- el Toro Fernández. Sabemos que está feo señalar, pero sus actuaciones no lo están menos… Hace tiempo que no se trata de que estemos empatados a goles -él y yo, usted y él- con once jornadas de ventaja para él. Cuesta recordar un presunto delantero centro tan invisible y tan intrascendente: con tan pocas sumas, incluso, donde la estadística menos mira.

Constantemente desmarcado de la sensación de ser un peligro y sin suponer tampoco un pie con el que contar fuera del área, sus batallas aéreas contra los defensas y mediocentros rivales son una frustración tras otra. Ni gana un balón en largo, ni mucho menos lo sujeta; con la asfixia a medio plazo que esa derrota permanente termina suponiendo durante el partido para tu equipo: incapaz de darse un respiro, subir líneas y pisar campo contrario. Azón ganó el primero que disputó, nada más salir, sin querer con este dato acelerar la cocción de un ilusionante delantero, todavía con más futuro que presente.

Su inapreciable resistencia y tensión defensiva en el cabezazo de Borja -en el empate a uno-, tampoco le deja en buen lugar, aunque la salida en falso de Ratón llena casi toda la imagen. Ahí -el uruguayo- también saltó poco y a destiempo, en una acción que, muy probablemente, afectó el devenir del partido. Vuckic debe darnos un impulso en esta faceta y, no lo descartemos, quizá hasta unos cuantos goles… Su inopinada limpieza en los últimos partidos fue una de las torpezas menos explicables de Baraja.

A falta del esloveno -una de las múltiples bajas ayer-, jugando con su selección ese infumable invento llamado Nations League, Zanimacchia sustituyó al Toro en los veinte minutos finales y Narváez pasó a afilar el nueve en un 4-1-4-1, posible porque, nada más marcar el Oviedo el segundo, Francho y James sustituyeron a Ros y a Zapater y mejoraron sensiblemente el fútbol del equipo.

Francho, y en menor medida Igbekeme, le dieron otra vitalidad al mediocampo. Ilusionó la conexión del canterano con Bermejo, llegando a permutar vértices en el rombo antes del referido cambio de sistema. Fue ése el mejor Real Zaragoza del partido, con todas las restricciones que le conocemos, pero capaz de asociarse con criterio y gusto cerca del área visitante. Lástima de expulsión, que impidió sostener estos minutos para la esperanza.

Para la esperanza puntual de un empate, que se hubiera valorado, y -mucho más importante- de empezar a ver a un Zaragoza vitaminado por Iván Martínez. Su estreno había generado una ilusión inédita esta temporada y no debe perderse, porque la emoción nos nubló comentar que la noche tenía mucho de encerrona: apenas tres jornadas de trabajo, un equipo azotado por las bajas y un rival que ha encontrado su identidad y venía de dos victorias seguidas. No nos sobra fútbol, más bien al contrario, y estamos convirtiendo la derrota en una traumática costumbre, pero aquí se está empezando a trabajar una idea más acorde a lo que somos. Se ajustarán los matices comentados -confío- y nos iremos reforzando conforme se vayan recuperando ausentes y lesionados. Aquí también nos esperan meses duros. Resistamos constructivos y evitemos contagiarnos del abandono y de la rendición porque, como se dijo durante la primera ola: mientras no haya otra solución -un cambio de propiedad y de direcciones, por ejemplo-nosotros somos la única vacuna.

Real Zaragoza: Ratón; Tejero, Francés, Guitián, Chavarría; Eguaras, Zapater (Francho, 56), Javi Ros (Igbekeme, 56), Bermejo (Iván Azón, 87); Narváez y Gabriel Fernández (Zanimacchia, 69).

Real Oviedo: Femenías; Nieto, Carlos Hernández, Cristian Fernández, Mossa (Lucas, 79); Tejera, Édgar; Sangalli, Borja Sánchez (Javi Mier, 69); Nahuel (Cedric, 86) y Blanco Leschuk (Obeng, 69).

Árbitro: Ávalos Barrera (Comité Catalán). Expulsó a Francés (75) por tocar con el brazo siendo el último hombre. Amonestó a Javi Ros (15), Édgar (34), Guitián (61) y Mossa (77).

Goles: 1-0, min. 26: Cristian Fernández, en propia puerta. 1-1, min. 44: Borja Sánchez. 1-2, min. 48: Blanco Leschuk.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de Liga, disputado en el estadio de La Romareda, a puerta cerrada.

@Sepiahdez @Leonsepia

12 comentarios en “Jornada 12. Liga Smartbank. REAL ZARAGOZA 1- REAL OVIEDO 2. El Zaragoza se despeña alrededor del descanso, complica su estado y afea el buen estreno de Iván”

  1. Miguel Domingo Tolon

    Por desgracias ver perder al Zaragoza se ha vuelto una costumbre desde que éste maldito virus ha cambiado nuestras vidas. Sin embargo comparto tu opinión que ayer vimos cosas nuevas y esperanzadoras, sobre todo cuando Francho y James entraron al campo. El objetivo debe ser la salvación y para eso debemos empezar a sumar puntos.
    Cuando hayamos amarrado la salvación debemos exigir cambios en nuestro club, SOMOS EL REAL ZARAGOZA y no debemos permitir esta gestión, llevamos muchos años tragando. Con los nuevos propietarios yo pensaba que volveríamos a ser lo que fuimos pero no ha sido así.
    Muy cansado de que cada partido de mi equipo sea una desilusión.

    1. Javier Hernández Aguirán

      Totalmente de acuerdo, Miguel.
      Sobrevivir esta temporada para refundarnos cuando acabe.
      Necesitamos recuperar efectivos y sumar líderes. La vuelta de Adrián en uno o dos partidos nos rearmará en ese sentido.
      Abrazo enorme y gracias siempre

  2. Hola Javier,
    Menos mal que no fui yo solo el que vio la influencia del ¿»Toro»? en el primer gol del Oviedo. Seguramente con Ratón bajo palos, hubiese entrado igual. (En Twitter casi me lapidan por decirlo).
    Nos agarraremos a esos minutos entre los cambios de centrocampistas y la mano de Francés. No queda otra.

    1. Javier Hernández Aguirán

      Claro!
      Ratón midió mal el centro y perdió toda opción de evitar el gol, pero su error en la salida, por grueso que resultara, no lo provocó.
      Hay una marca negligente de Fernández, que ni incómoda ni se impone. Le llaman el Toro pero, cada vez que se impulsa, a mi me recuerda más al Salto de la rana del Cordobés…
      En fin. Apostemos por Vuckic y confiemos en que el uruguayo se pueda ir entonando mínimamente con el paso de las semanas
      Abrazo grande

  3. Carlos Olvés Escolano

    Crónica como casi siempre (y según mi criterio) acertada. Análisis frio y objetivo que desbuda las carencias tácticas y fisicas de una plantilla que como poco, esta poco trabajada. Al menos Iván Martínez muestra cambios, intentos de modificar cosas, dibujar esos «minipartidos» dentro de los 90 minutos.
    Si bien es cierto que el escaso tiempo desde su incorporación para poder trabajar y las numerosas bajas sufridas daban poco pié a ver resultados.
    En definitiva, es el momento de juntarnos TODOS, olvidar esta semana negra y apoyar más que nunca a NUESTRO EQUIPO, y por EQUIPO me refiero a NUESTRO ENTRENADOR, SU EQUIPO TECNICO Y A LOS JUGADORES. De lo demás ya tendremos tiempo cuando todo acabe y sea la hora de pedir responsabilidades y analizar el trabajo desarrollado

    1. Javier Hernández Aguirán

      Hola, Carlos!
      Habrá tiempo y ya no podrá aplazarse más.
      Gracias por tus palabras. Creo que, en lo táctico, empezamos a estar en el camino. Ojalá acierte con los once mejores en cada momento y vayan incorporándose efectivos porque somos un hospital de campaña ahora mismo
      Nos vemos el lunes en el Tercer tiempo!! Gracias por apuntarte a su primera edición
      ABRAZO

  4. Carlos Lorenzo Urcola

    Crónica acertada, como siempre. Ayer, creo, era un partido del que no se podía esperar gran cosa en cuanto a resultado por varias razones. Una, el rival que venía en racha; dos, un cambio de entrenador con 3 días para trabajar poco se puede notar, aunque si se vio algo del hilván del traje; tres, las bajas, entre lesiones y selecciones dejan al equipo mermado y sin muchas opciones.
    Con esta semana más larga y con más tiempo de preparación y asimilación de lo que quiere el nuevo equipo técnico se notan los cambios.
    Como siempre digo, paciencia. Es lo que ha pedido y pide siempre este equipo. Para bien o para mal, la afición del Real Zaragoza pide, pedimos, resultados inmediatos. Hemos de tener en cuenta todas las circunstancias que han rodeado a este equipo desde el 14 de marzo.
    Y al Toro que lo «devuelvan a los corrales», hasta en los Vitorianos sale algún manso, este no parece de la «ganadería uruguaya». Y perdonen el símil taurino.

      1. Javier Hernández Aguirán

        Hola, Carlos!!
        Seguro que vienen bien estos días. Habrá que exprimirlos en todos los órdenes, porque luego vendrán otras dos semanas consecutivas con partidos también en miércoles y si no llegamos con mejor salud, futbolística y literal, podemos llegar a Navidad en una situación cercana a lo dramático
        Abrazo fuerte

  5. Yo también creo que se notó una leve mejoría teniendo en cuenta que Iván sólo lleba tres entrenamientos, como dice Carlos ahora tenemos más días para trabajar el siguiente partido, nos hubiese dado más tranquilidad una victoria pero las cosas son como son. Y son las frases típicas pero no queda más remedio que apelar al partido a partido y al objetivo de alcanzar los 50 puntos y después ya se verá, Quiero ver si con la vuelta de Vuckic Iván sienta al intranscendente Toro, creo que cuesta dinero al club si no juega pero le puede costar más caro si juega visto lo visto. Lo mejor que me dejó el partido fue la segunda parte de Francho que junto con Bermejo y Eguarás si se recupera para la causa pueden mejorar mucho el juego. Un dato significativo si no me equivoco es que Baraja no probó en ningín momento la opción de poner a Francho y a Eguarás juntos.

    1. Javier Hernández Aguirán

      Hola, Noesar!!
      Tienes toda la razón. La insistencia con un pésimo Eguaras en las primeras jornadas sólo ha sido comparable con su insistente y poco justificada ausencia en los últimos partidos con Baraja.
      A un nivel aceptable, debe ser casi fijo, más allá de rotaciones quirúrgicas. Con Francho, pese a tratarse de un chico todavía por terminar, pasa muy parecido.
      A partir de ahí, diría que James y Adrián opositarán a esa tercera plaza de centrocampista central y no tengo ninguna duda de que, si vuelve en condiciones y está disponible, será titular junto a Narváez en Ponferrada.
      Abrazos!

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