El calendario, y hasta la agonía ya latente en sus últimas prestaciones, recomendaría un respiro para los innegociables Narváez, ya con un par de avisos musculares, y Chavarría. Incluso para Bermejo, quien no olvidemos que se pasó septiembre en la camilla del masajista. Ni hablar de Tejero y los centrales quienes, desde las lesiones de Vigaray y Jair, lo vienen jugando todo. Atendiendo a la jurisprudencia, no se esperan más de dos o tres cambios en el once. Esperemos terminar enteros la semana…