REAL ZARAGOZA 2-1 VILLARREAL B. Zapater paga el rescate (J.11)

ZAPATER PAGA EL RESCATE

El capitán da al Real Zaragoza un triunfo liberador en el añadido y salva a Carcedo -contestado incluso en la victoria- de una segura destitución. Bermejo se exhibe, Gueye impacta con un cabezazo, Grau marca el primero y Azón se rompe

🐾Javi Hernández (@SepiaHdez)

📷Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)

Al momento le sobraba gravedad, pero el gol estuvo lleno de poesía. Tres hombres de la casa -un padre y dos hijos, por edad- se juntaron para rescatar al Real Zaragoza de un virulento incendio en el último fin de semana de Fiestas: Luna, recién entrado en el terreno de juego, combinó con Larra para que éste, reponiéndose a un primer tropiezo, habilitara con perfecta precisión a Azón en su desmarque al espacio dentro del área. Iván,  justo antes de romperse muscularmente, tuvo la precisión y sangre fría suficiente para encontrar la rendija que conectará con la llegada de Zapater. Alberto, a sus 37 años, cuatro meses y dos días, a apenas cinco partidos de llegar a los 400 con esta sagrada camiseta, el tercer futbolista en la historia que más veces la ha defendido, quien lleva ya varios veranos sobrando en la planificación deportiva de la mayoría del zaragocismo… Él supo acudir a tiempo para rematar a puerta, batir a Jorgensen y gritar todos gol desde lo más profundo. 

Con más sufrimiento que el padre de un torero, el conjunto aragonés alcanzó y celebró un triunfo justo y necesario. Muy justo y aún más necesario. El golazo de Tasende nos devolvía al abismo sin apenas merecerlo y los augurios no eran los mejores: sin ya más cambios ofensivos en el banquillo y con la sensación de que poco se puede hacer cuando el universo se empeña en algo. Salieron Zapater y Luna -por Gámez y Grau-, en un doble cambio final que arreció la tormenta sobre Carcedo, supieron contagiar responsabilidad y optimismo. El equipo creyó hasta el final y el final, por fin, fue feliz.

Se entendió entre poco y menos la alineación de Carcedo. Francés entró por Jair, Gueye por un fatigado Azón y Puche dio descanso a un Francho que rozaba la contractura muscular antes de ser sustituido en Santander. Como estaba previsto, Vada fue el recambio del sancionado Simeone y Bermejo, una vez recuperado, dejó en el banquillo a Mollejo. Más pareció, por el volumen de cambios -cinco-, la alineación preventiva que suele hacerse en el segundo encuentro cuando se programan tres en una misma semana. No se hizo entonces -el miércoles ante el Racing- y se llegó al final de este triple salto, al partido que debías ganar sí o sí para evitar la primera explosión de la temporada, con varios principales –Francho, Jair y Azón– fuera de combate o en las lonas.

El Real Zaragoza no tuvo una mala puesta en escena, aunque quedó lejos de la promesa eléctrica de salida de Carcedo. Gueye no terminaba de encajar y al equipo le faltaba confianza para decir presente y someter a su rival. Alguien debía aparecer y lo hizo Bermejo. Aprovechó la debilidad del lateral izquierdo Romero -titular en lugar de un Tasende que tuvo que salir al descanso- para abrir un surco por ese sector y, ayudado por el ida y vuelta de Gámez, ser la luz que abrillantaba los mejores ataques locales. Puche y Fuentes también consiguieron ser profundos por el otro carril. Pape empezaba a recibir alimento saludable y apropiado para sus imponentes virtudes físicas.

El senegalés, que venía de enredarse con Mbacke en un muy buen centro de Fuentes -firmó varios durante la primera mitad-, sí marcó tras la pausa de hidratación. Después de una caída en el área de Bermejo, que en directo tuvo mucho aroma a penalti, Puche puso un centro pasado y Gueye supo cabecearlo cruzado al fondo de la red rival. Nunca se pudo comprobar si el balón había superado por completo la línea de fondo antes del servicio del canterano, porque el VAR carece de una cámara sobre la línea de fondo… Así de ridículo y de esperpéntico es todo. Es un problema que sólo haya ocho cámaras en esta categoría para una tecnología que aquí se aplica tuerta, pero no tiene sentido que ninguna la sitúes sobre el plano más crítico de este juego: la línea de fondo que, en su tramo central, es la línea de gol.

El posible penalti a Bermejo ni pareció considerarse y el Real Zaragoza se rebeló con su mejor fútbol de la temporada. Ahí sí, con media hora de retraso, fue el equipo agresivo, determinado e intenso que anunció su entrenador en la víspera. Vada, tímido y con poca influencia en todo el partido, rozó aquí el gol con un disparo desde la frontal que se fue por poco. Grau rompía líneas en conducción y aumentaba la sensación de acoso. Como avisaba el poco preciso -por ahora- eslogan de la temporada: lo mejor estaba por venir. Molina botó, con la rosca exacta, una falta desde una baldosa poco propicia -a la altura del banquillo y más próxima al círculo central que a la línea de banda, y Gueye la cazó de cabeza, cerca de otra atmósfera: en un salto imponente, para astillar el larguero, golpear su rebote en la espalda del portero y… marcharse a córner.

No podía ser. El remate de cabeza más impactante que se había vivido en La Romareda en décadas tampoco había sido suficiente para adelantarse en el marcador… ¿Qué más era necesario? Al menos, la acción cambió por completo la impresión de La Romareda sobre Gueye y la grada se puso en pie para reconocerle la acción al africano. Poco más iba a ser necesario, en realidad. En ese mismo córner, justo antes del descanso, Vada sustituye a Bermejo como lanzador y Grau se anticipa a su marca para rematar con el pie sobre el área pequeña. Tras celebrarlo todos juntos en la esquina, el once al completo -menos Cristian, claro- se acercó al banquillo a abrazarse con Carcedo.

Miguel Álvarez metió a sus tres titulares habituales en el campo tras el descanso. Pacheco, Tasende y Hassan demostraron de inmediato sus galones y el Villarreal B fue otro equipo al momento. Tasende cerró la hemorragia por su carril y Hassan no paró de desafiar a un Fuentes que firmó un partido completísimo, también en defensa. Carcedo reaccionó antes de lo habitual, enseguida se pusieron a calentar Azón y Larra. Ambos entraron al cuarto de hora, por un ovacionado Gueye y un pitado Vada.

Existía el temor de que Larra entrará por Gámez o por Bermejo, pero Carcedo acertó sustituyendo a Vada y llevando al madrileño a la mediapunta. Ahí recuperó las buenas sensaciones que exhibió durante la primera mitad y estuvo a punto de rematar a gol de cabeza un impecable centro de Puche por banda izquierda. Mucho más cerca lo tuvo Azón, a quien se vio incómodo e impreciso en todo momento -salvo en su asistencia final a Zapater-, cuando no supo empujar a gol a medio metro de la portería una perfecta asistencia de Larra desde línea de fondo. Por entonces, Cristian ya había dejado su firma negándole un par de remates a bocajarro a Del Moral.

No pudo hacer nada ante la volea de otro nivel de Tasende, quien venía de agarrar impunemente a Larra en la jugada anterior y ahí también el VAR decidió inhibirse… De inmediato, Mollejo sustituyó a Puche y llegó la pausa de hidratación. Se esperaba bronca, pero la afición fue magnánima ante lo que se entendía como una crueldad por lo visto hasta ese momento. Conforme el partido se acercaba al noventa, sí arreciaron los cánticos contra Carcedo y Torrecilla, y hasta se reavivaron nada más celebrar los jugadores el 2-1, antes de sacar de centro el Villarreal B. Se jugó algún minuto más de lo añadido, pero se sostuvo el marcador favorable y el capitán pudo llegar a tiempo para pagar el rescate. De no hacerlo, teniente, las portadas no hubieran sido de fogueo… (dedicado a la memoria de nuestro querido e inolvidable Jesús Mesa).

REAL ZARAGOZA: Cristian Álvarez; Fran Gámez (min. 86, Luna), Francés, Lluís López, Fuentes; Manu Molina, Grau (min. 86, Zapater); Bermejo, Vada (min. 62, Larra), Puche (min. 75, Mollejo); y Gueye (min. 62, Azón).

VILLARREAL B: Jorgensen; Leal, Dela, Mbacke, Romero (min. 46, Tasende); Carlo, Del Moral, Rodrigo (min. 46, Pacheco); Collado (min. 46, Hassan), Fer Niño (min. 83, Ontiveros) y Ojeda (min. 72, Forés).

ÁRBITRO: Cordero Vega (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Lluís López, Vada y Puche, y a los visitantes Mbacke y Jorgensen.

GOLES: 1-0. Min. 45: Grau. 1-1. Min. 73: Tasende. 2-1. Min. 90: Zapater.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la undécima jornada de Liga, disputado en La Romareda. 17.500 espectadores.

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