Escribá acudió a la rueda de prensa previa al choque con el martillo de la resposnabilidad en la mano, con la clara intención de evitar que las actuales buenas sensaciones -cuatro puntos de seis posibles ante Levante y Granada, y mejor equipo de la categoría en las últimas cinco jornadas- nos aflojen los clavos y descompriman demasiado pronto, antes incluso de asegurar el primer y mínimo objetivo. Ni la permanencia está hecha todavía, ni el Racing -octavo mejor visitante- va a ser un rival sencillo. Volvámonos a remangar para empujar juntos, que aún no hemos llegado a la orilla, pareció la moraleja de su mensaje.