REAL OVIEDO 2 – 1 REAL ZARAGOZA. El zasca de Masca

EL ZASCA DE MASCA

El Real Zaragoza cae en Oviedo en el último instante, pone fin a su racha de diez partidos invicto y aplaza una semana su salvación matemática. Bermejo marca un golazo y roza el segundo. Pau Sans también lo tuvo. Gámez se lesiona el isquio

🐾 Javi Hernández (@SepiaHdez)

📷 Archivo Alfonso Reyes (@Futbolgrafo) y Dani Marzo (@DMarzoFoto)

Lo de Masca fue todo un zasca. En el cielo de la boca. En el mismísimo velo del paladar de una tarde en la que el sol ya caía mientras el Real Zaragoza parecía dejarse un triunfo que Pau Sans y Bermejo rozaron en los minutos finales. Se daba por bueno el empate a estas alturas, con el Albacete ya 100% inalcanzable y salvados matemáticamente del descenso tras la fatal derrota del Málaga en Ponferrada. Justo ahí, mediados los tres minutos de descuento decretados por un árbitro discreto, un balón sin dueño fue enviado a guardar por un joven portugués con dorsal del filial. Se acabó la racha de diez jornadas invictos y habrá que esperar una semana para confirmar la salvación. Todo por un minuto. Por un inesperado zasca de Masca. 

Escribá apostó por Ratón y Puche para sustituir al sancionado Cristian y al lesionado Simeone. Podríamos decir que repitió nueve por quinta jornada consecutiva y que hubiera mantenido el mismo once de no mediar ambos inconvenientes. Las jerarquías están ya más que definidas seis meses después de la llegada del entrenador valenciano y poco margen a la imaginación queda a la hora de intuir quién será quién en la próxima planificación deportiva.

Con Ratón amortizado -hace ya tiempo- y a escasas semanas de que su contrato expire, parecía una ocasión propicia para apostar por la titularidad de Rebollo -quien no pudo ayudar por la mañana al filial en su vital triunfo por la salvación ante el Mallorca B al entrar en esta convocatoria-, dado que con él se tiene una opción de prorrogar el contrato tres temporadas más. Esta decisión del técnico abona la impresión de que no se va a ejecutar esa clausula de ampliación, porque Cordero buscará un portero contrastado en la categoría para, al menos, ser un suplente de garantías de Cristian.

Ratón firmó el partido de casi siempre: se le puede culpar de poco y cuesta darle un aplauso, acaso un rechace a un disparo cercano de Enrich mediada la segunda mitad, cuando el choque vivía su pasaje más vistoso. Cuenta la leyenda que se oyeron bostezos de ovejas durante la primera media hora. Dos equipos que se calcan el 442 y coinciden en sus intenciones de contener primero al rival para herirlo al primer despiste. No tuvieron que pasar apenas minutos para confirmar -por si hacía falta- que íbamos a echar mucho de menos el vertiginoso filo de Simeone.

Lucas nos tuvo de ahijados por su banda, en especial a un Bebé que se afanó como nunca en tareas defensivas y que pretendía ser un todocampista cuando le llegaba el esférico. Su ímpetu generoso, sin y con balón, le hizo palidecer algo en la media hora final, cuando el Real Zaragoza se sintió cerca del triunfo guiado por un ciclópeo Bermejo. Todavía quedaba para ese tramo cuando Viti y Ahijado comenzaron a dibujar los primeros centros desde banda derecha, que buscaban al enrachado Enrich -Borja Bastón sigue de baja por lesión- y obligaban a Jair y -sobre todo- a Lluis a multiplicarse.

Cuando el Real Zaragoza parecía encontrar algún camino que le acercara al área rival, Bermejo perdió un balón ante Moro -joven extremo zurdo catalán cedido por la Lazio-, éste hizo la pared en carrera con Vallejo para adentrarse en el área y ensayar un híbrido entre centro y disparo, sin levantar la cabeza, que terminó encontrando a Viti ganándole la espalda a Nieto en el segundo palo. Por primera vez desde la visita al Levante, la última noche de marzo, el conjunto aragonés se veía por detrás en el marcador. Quedaba por ver la capacidad de reacción, huérfanos del nervio y del veneno de Giuliano.

Las avispas, de aguijón escondido hasta ese momento, levantaron algo el vuelo y llegaron al descanso tras una chilena incompleta de Azón y con Bebé disparando desde el semicírculo central. No vio adelantado a Nadal… porque no lo estaba; vio portería y quiso martillearla desde ahí. No anduvo muy lejos, todo sea dicho. Al descanso no hubo cambio de nombres, pero el Real Zaragoza que salió de vestuarios fue totalmente distinto al tímido y casi invisible de la primera mitad.

Bebé y Bermejo asumieron el liderazgo futbolístico tras la reanudación y el Oviedo empezaba a llegar tarde a todas. Tras un aviso anterior, Bermejo recibe de Francho en la línea divisoria, inicia una conducción vertical que deja atrás a Briones y a Camarasa, zigzaguea hacia la medialuna y ahí abrillanta el taco de billar en el que está convirtiendo el interior de su pie izquierdo para hacer un magistral pase al fondo de la red de Nadal. Golazo. Otro más para el futbolista del Real Zaragoza al que mejor le ha sentado la primavera: tres goles y una asistencia en el último mes y medio.

Puche, de nuevo incómodo como delantero, le sacó dos amarillas a los rivales. Pau Sans no tardó en entrar por Azón -en una meseta de rendimiento- y el jovencísimo delantero la tuvo a cinco minutos del final… Vada, quien acababa de sustituir a Puche -en la misma ventana en la que Larra había reemplazado a Gámez, con una aparente lesión en los isquiotibiales-, recupera un balón cerca del córner, se adentra en el área y centra raso. Ahí Sans se crea el espacio con un primer toque que supera a un par de marcadores, pero apenas puede rematar con la punta de la bota -y el cuerpo muy atrás- un balón que había quedado botando frente a Nadal. El chico se llevó las manos a la cabeza por un rato. Sin dejar de sonreír, eso sí, que joven sólo se es una vez.

Mientras duraba la sonrisa de Pau, Nieto llegaba a línea de fondo y ponía un muy buen centro, entre el central y el lateral zurdo del Oviedo. Bermejo le madrugó el tiempo y el espacio a Briones, para rematar de cabeza y ver como la pelota rozaba el poste izquierdo de un portero local ya batido. Zapater entraba por Grau y alcanzaba los 420 partidos con la primera camiseta de su equipo. El partido moría con la sensación de que al Real Zaragoza se le estaba escapando el triunfo por centímetros… Cervera ya había retirado a varios de sus principales pensando en su derbi de la próxima jornada… y ahí Sequeira y Masca, que habían sentado a Enrich y Vallejo, se encontraron -intento de robo de Zapater mediante- para marcar con un disparo con la derecha pegado al palo de Ratón. Fin de la racha. Diez partidos sin perder y apenas cinco derrotas en 24 partidos de Liga con Escribá. La permanencia matemática se quedó a sólo un minuto y debera esperar una semana. Nos tumbó el inesperado zasca de Masca.

REAL OVIEDO: Nadal; Lucas Ahijado, Luengo, David Costas, Bretones; Viti Rozada, Camarasa (Mangel, 85), Luismi (Yayo, 85), Moro (Hugo Rama, 67); Sergi Enrich (Masca, 76) y Manu Vallejo (Leo Sequeira, 76).

REAL ZARAGOZA: Ratón; Gámez (Larrazabal, 76), Lluís López, Jair Amador, Nieto; Francho Serrano, Jaume Grau (Zapater, 87); Sergio Bermejo, Bebé; Puche (Vada, 78) e Iván Azón (Pau Sans, 67).

ÁRBITRO: González Francés (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a Luismi (32), Luengo (47), David Costas (68).

GOLES: 1-0, min. 38: Viti Rozada. 1-1, min. 56: Sergio Bermejo. 2-1, min. 93: Masca.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimo novena jornada de Liga, disputado en el Nuevo Tartiere. 15.000 espectadores.

Deja un comentario

Scroll al inicio