ALFONSO REYES @futbolgrafo
No es nada personal, son sólo negocios
Fernando de Yarza, hasta el próximo miércoles todavía accionista minoritario de la entidad -13’46%-, en su segunda visita – segunda y consecutiva- al palco de La Romareda esta temporada…, protagoniza esta FUTBOLGRAFÍA de gesto torero y satisfecho, ante la sonriente mirada de Raúl Sanllehí -inminente director general- y de Chris Henderson -ex futbolista y director deportivo del Inter de Miami-. Nos alegra que, coincidiendo con que se ha logrado la permanencia y se ha consumado la venta de la entidad a su opción preferida, hayan desaparecido las razones personales que le impidieron estar presente en la Junta General de Accionistas de diciembre, en el pobre homenaje a Canario -cuando comenzaron las protestas en el estadio-, y hasta en la capilla ardiente de Violeta; además de en el resto de partidos en casa de esta temporada: casi la mitad de ellos, no lo olvidemos, con pañoladas a un palco casi fantasma en cada minuto 32. Ya lo dijo Vito en una obra maestra del cine: «No es nada personal, Sony; son sólo negocios».
Lluis López ayuda a incorporarse a Cristian Álvarez, tras salvar éste el primer gol del Lugo y evitarle al defensa el mal trago de saber que su equipo va por detrás en el marcador por un error suyo más que grosero. Llama la atención el gesto contenido del argentino, viniendo de una nueva acción magistral y tras recibir una gran ovación de la grada cuando se anunció su nombre en megafonía…
… Y todavía sorprende más cuando es capaz de celebrar, con el pulmón en la boca, el despeje de un compañero en el córner siguiente. Este es nuestro capitán, leones -lo fue este viernes ante la suplencia de Zapater-: alguien que lleva cinco años salvándonos de casi todas y que celebra con mucha más vehemencia el acierto de un compañero que el propio. Cuando nos preguntemos qué define a un líder verdadero, recordemos esta secuencia y utilicémosla a modo de respuesta.
Álvarez nos tenía reservada una imagen más para el recuerdo. Quizá en una de las pocas suertes que todavía no había frecuentado desde su llegada al Real Zaragoza: decidió salir a 35 metros de su portería para negar un peligrosísimo contraataque del Lugo: rival fetiche, contra el que logró un gol salvador y milagroso al final de la temporada pasada. Su primer toque, en la intercepción, se fue un poco largo y tuvo que seguir corrigiendo sobre la marcha, hasta que -tras una serie de rechaces- el balón se desvió al golpearle en la pierna… aunque el árbitro señaló mano y le enseñó tarjeta amarilla. Poco importaba. La Romareda volvió a ovacionar a su capitán.
Francés, con un aparatoso vendaje en su muslo izquierdo, volvió a completar un muy buen partido defensivo y firmó dos envíos diagonales en largo más propios de Fernando Hierro o de Lothar Matthaus. Desde el calentamiento y la salida de los jugadores al campo, estuve atento por si captaba algún gesto que mostrara que por su cabeza podía pasar que se trataba de su último partido en casa con su camiseta de siempre, pero no fue así. Veremos qué sucede durante el verano y si el central aragonés continúa siendo el líder de la defensa la próxima temporada.
Whalley, ex guardameta zaragocista, tuvo una buena noche en La Romareda y brilló con dos soberbias paradas a sendos zurdazos de Bermejo y Lasure en la segunda mitad. Aquí suspira aliviado al comprobar cómo alcanza el poste y la pelota se pierde no tan lejos de su portería.
Si una imagen puede definir el presente de Sabin Merino en el Real Zaragoza es ésta: tratando de revelarse ante una adversidad que no le permite ponerse en pie y soportando mientras todo el peso sobre sus espaldas. Volvió a no hacer un buen partido, aunque firmó un fogonazo impresionante en forma de volea zidanesca, que se perdió cerca de la escuadra, y que le brindó una ovación de la grada. La Romareda es áspera cuando las cosas no salen, pero no es rencorosa: siempre te espera y está dispuesta a empezar a aplaudirte cuando le das argumentos. Por mucho que hayas tardado.
Hace unos días celebramos un nuevo aniversario de la Recopa -el vigesimoséptimo- entrevistando a Fernando Cáceres en la sección Palabras Mayores de LEONSEPIA y sirva esta imagen como guiño a aquella final. Quizá sólo me ocurra a mí, pero me acuerdo de esa noche en París cada vez que un balón se detiene y queda abandonado sobre una línea del terreno de juego. En ambos goles, en el de Nayim y también en el de Esnaider– la pelota se posó sobre la línea de gol tras rebotar contra la red de un superado Seaman.
Vada tuvo un divertido transtorno de la lateralidad a la hora de celebrar su gol. Seguro que quiso agarrar el escudo de su camiseta, pero olvidó que está en la parte izquierda de la misma… y pareció reivindicar a la famosa marca -cuya sede española está en nuesta ciudad- que viste al equipo en el festejo de un tanto, que lo iguala con Azón -asistente aquí- como máximo goleador momentáneo de la plantilla.
Dani Lasure y JIM fueron los dos grandes protagonistas del encuentro. El lateral aragonés volvía a los terrenos de juego casi 500 días después de que se le diagnosticara un tumor testicular, durante su cesión en el Leganés de la temporada pasada; y aunque el Real Zaragoza le activó la ficha en enero, no fue hasta el viernes cuando disputo sus primeros minutos. Lo hizo en la media hora final y, pese a la enorme emoción que tuvo que sentir, Lasu firmó una actuación soberbia, que ojalá le sirva para integrar la plantilla de la próxima temporada. No lo hará JIM, pero se merece todo el respeto y el cariño a su legado. Hoy hay futuro y unos americanos en el palco porque él -por delante de varios iconos que prefirieron mira a otro lado- fue el único que se atrevió a venir mediada la campaña pasada, cuando había un riesgo elevadísimo de descenso y, quién sabe, de desaparición. ¡Gracias por todo y mucha suerte siempre, míster!