
Pablo Díaz Stalla

Jugador del REAL ZARAGOZA 1998-2004. CAMPEÓN Copas del Rey 01, 04
LASURE: PREMIO CON MENSAJE
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La estadística lo sabe casi todo después de 40 jornadas
Las estadísticas lo saben casi todo 40 jornadas después y nos alertaban de un muy probable marcador ajustado entre los dos equipos que más han igualado esta temporada en la categoría. De cada dos jornadas, el Real Zaragoza y el Lugo han empaado en una ocasión de media; por ese motivo el signo que menos cotizaba en la quiniela era la X. No fue empate, por poco. El conjunto aragonés se impuso por 1-0, para cerrar con una leve sonrisa su temporada en La Romareda y alcanzar su undécima victoria del curso. Once triunfos en 41 partidos se antoja un balance demasiado escaso para aspirar a nada que no sea sufrir lo menos posible. Sólo la gran cantidad de empates cosechados ha procurado un final de campaña desahogado, ya que la Real Sociedad B, por ejemplo -equipo que ha certificado su descenso este último fin de semana-, apenas luce una victoria menos que nosotros. Eibar y Almería, por su parte, tratarán de defender su posición de ascenso directo en una jornada final a la que han llegado con 23 y 24 victorias, respectivamente. Ahí está la diferencia entre lo que soñamos con ser y aún no somos. Lo más positivo es que hemos perdido -10- menos veces de las que hemos ganado.
La intensidad guadianesca nos ha condenado esta temporada
Como pudimos comprobar en experiencias recientes, es muy importante conseguir la motivación suficiente para competir con la máxima intensidad, aunque ya no tengas ningún objetivo mayor al que aspirar en la clasificación. Según cuál sea ésta y más allá del marcador final, eres capaz de firmar actuaciones tan distantes como contra el Burgos en casa o la del Nuevo Tartiere ante el Oviedo. Viniendo de allí, precisamente, de esa muy buena imagen ofrecida y siendo el último partido a disputar en La Romareda, esperábamos un equipo más dominador de arranque. Quizá ésa ha sido la mayor rémora del Real Zaragoza: su dificultad -seguro que involuntaria y no deseada- para sostener sus buenos momentos en el tiempo, de una semana a otra e incluso durante un mismo partido. En esas desconexiones temporales se nos ha ido resbalando una mejor clasificación esta temporada. Obviamente, los rivales también juegan y tratan de impedir tu mejor versión. El Lugo, con el recuerdo fresco del gran partido aragonés en Asturias apenas cuatro días antes, visitó la capital aragonesa con la clara intención de que esa actuación no se repitiera y lo logró durante medio encuentro.

Bermejo y la volea de Sabin, lo más destacado de un mal primer acto
El conjunto dirigido por Albés se situó en bloque bajo, metido en su campo, para negarle los espacios al ataque local e impedir las transiciones rápidas del rival cuando éste recuperaba la posesión. Si esto se producía -pocas veces-, no tenían problema en cortar con falta. El Lugo no sólo defendió antes del descanso, ni mucho menos. Además de anular el juego ofensivo aragonés, se desplegaba con verticalidad y acierto cada vez que se hacían con la pelota y conseguían llegar al área de Cristian con demasiada facilidad. Hay que reconocer que fueron mejores en una primera mitad donde, en clave del Real Zaragoza, lo más destacable fue un gran remate de volea de Sabin Merino -se fue alto por poco- y las apariciones de Bermejo, quien está terminando la temporada en un gran momento de forma y confianza. Por suerte -por la entrada de Azón y Vada en lugar de Sabin y Eugeni, en realidad-, la segunda parte fue otra cosa. Los locales salieron con mayor intensidad -con la que hubiéramos esperado desde el comienzo-, y sumado a la expulsión de Xavi Torres por pisar el tobillo derecho de Fran Gámez -VAR mediante-, hizo que el Zaragoza pasara a dominar el choque y a generar llegadas al área rival. Sólo al final del partido creó algo de peligro el Lugo, en alguna ocasión, por exceso de relajación individual.
El Real Zaragoza es un equipo diferente si juega o no Azón
Entre Azón y Vada, quienes le cambiaron la cara al choque en el segundo acto, se fabricaron el gol del triunfo. Un sensacional envío largo y cruzado de Francés al espacio, para que lo persiguiera Iván Azón. El delantero lo controla, conduce, entra en el área, recorta, mira atrás con ese segundo de pausa que mata defensas y deja el balón al corte de Vada, quien llega puntual para rematar de primeras y marcar gol. El Real Zaragoza es otro sin o con Azón en el campo, hace ya tiempo que es una evidencia. Se ha convertido en el atacante de este equipo más determinante a la hora de generar ocasiones: rematando y hasta asistiendo. Pero si hay que destacar a un jugador en este encuentro, no hay dudas: Daniel Lasure. Una vez recuperado del cáncer testicular que se le diagnosticó hace casi 15 meses, durante su cesión en el Leganés, Dani ha vuelto a sentirse futbolista y nos ha recordado que está perfectamente capacitado para competir por un puesto en la próxima plantilla que diseñen Raúl Sanllehí y el director deportivo. Porque lo que podía pensarse que era un premio, ahora que no había nada en juego, Lasure demostró que no era así, que se lo había ganado y que está en condiciones de rendir de nuevo al máximo nivel. Estuvo más que notable y sólo una gran parada de su compañero desde alevines, Oscar Wallhey, evitó que pudiera redondear su regreso con un golazo. ¡Felicidades, amigo! Sabes que te aprecio y que me alegro casi tanto como tú.

Ojala una mayor fe en la cantera la temporada que viene , no solo por los que están sino por los que están creciendo para llegar . Gran crónica Pablo. Deseando que empiece ya la siguiente temporada que esperemos este exenta de desconexiones y en la que la mayoria del grupo se mantenga, porque empezar de cero teniendo a favor la piña que sino engañan parece que han formado, es mucho camino ya avanzado. Un abrazo