

Aquí no hay quien viva

El Real Zaragoza concluye su octava temporada consecutiva en Segunda con una crudísima goleada, que radiografía su insoportable presente como club y aviva la urgencia de un nuevo proyecto al más alto nivel
✍️Javier Hernández (@SepiaHdez)
Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)
Sería algo sensacionalista enlazar la inesperada manita al cuello del Leganés con la necesidad de un cambio en el accionariado grueso de la entidad. La gravedad es mucho más profunda que un marcador, por duro y descriptivo que éste resulte. El Real Zaragoza necesitaría estar en otras manos con idéntica urgencia, aunque anoche hubiera ganado al Leganés. No hay futuro si se abandona el presente y vender cada verano lo mucho o poco que haya brotado durante la temporada, como única fórmula para cuadrar balances asfixiantes, tiene mucho de abandono.

Cuesta entender que quienes llevan casi dos décadas extendiendo sus tentáculos por todos los rincones de poder de la ciudad -y alrededores- no tengan capacidad económica propia para desinflamar la deuda que nos devora por dentro. Quizá dispongan de ella, pero nunca ha dado la impresión de que edificaran su imperio local a golpe de inversión valiente; y se diría que no van a cambiar a estas alturas. Pero deben hacerlo. O dejar que otro lo haga. Ya. En una semana mejor que en un mes. Si seguimos jugando a esta ruleta rusa, pronto acertaremos con la bala y nos dejaremos la vida para siempre.

Si todavía no se sienten parte principal del problema, será imposible que se conviertan en parte principal de la solución. Pedir entre 40 y 50 millones para dejar el club es de un egoísmo que acabará con todos. Quizá deberían recordar que Agapito les dio las llaves a cambio de un euro -y quién sabe si de alguna promesa ya cumplida-; que si hubieran tenido más prisa en su momento por sacar a Iglesias de la presidencia -dos o tres años-, la deuda heredada habría sido bastante inferior; que, salvo Alierta y al principio Iribarren, el resto se ha limitado a avalar fundamentalmente; y que la inyección económica de quien pueda estar interesado debería ordenarse -si sienten algo por lo que aún representan- de la siguiente manera: pago de la deuda que puede liquidar la sociedad anónima deportiva, el próximo proyecto deportivo, pago al resto de acreedores y liberación de sus avales. No al revés.

Todo lo que sea seguir haciéndose los despistados, creer que ganan tiempo instalados en el silencio irresponsable y pensar que ningunear el sentimiento del aficionado va a salir gratis, nos dirige a un desfiladero extremadamente peligroso. Si nada cambia y dejamos de jugar partidos a puerta cerrada en agosto, la primera mala racha -como tarde- que sufra el equipo la próxima temporada desatará una tormenta social que será muy complicado manejar y que puede llevársenos por delante. Este verano es una oportunidad para cambiarle el rumbo a esta historia, es muy posible que sea la última.

Ayer, una hora y media antes del encuentro, unos 200 aficionados volvieron a reunirse en lo aledaños del estadio reclamando un impulso nuevo, que evite tener que vender a Francés, Francho y Narváez para apenas volver a sufrir por no perder la categoría durante los próximos doce meses. Quizá nos dimos cuenta algo tarde de en qué nos han convertido, pero ya hace rato que nos han hecho perder lo último que se pierde y la desazón está cerca de estallar. No se puede vivir sin esperanza.

Si alguien nos ha permitido recuperarla durante los últimos meses, ha sido JIM. Duele que el último partido haya reabierto tanta cicatriz, pero sirva la bofetada para recordarnos cómo nos sentíamos justo antes de su llegada -cuando nadie más se atrevió a hacerlo- y el inolvidable mérito que ha tenido, desde ese calamitoso punto de partida, sumar 37 puntos en 24 jornadas para alcanzar una salvación que, por momentos, se advirtió más que improbable.

Sirva esta crónica para ponerle una mirada retrospectiva a la temporada e insistir en que la permanencia ha tenido varios nombres y unos cuantos apellidos, más allá de la tres iniciales del entrenador: el arranque goleador de Narváez, la irrupción de Francho, el magisterio de Francés, la eclosión de Zapater, la llegada a tiempo de Cristian, la batalla de Azón y el cerrojo final de Peybernes.

La mitad de ellos no estuvieron ayer y la otra mitad pareció no haber estado. JIM apostó por el once que dibujamos en la previa, con la única novedad de Chavarría por Javi Hernández. El canterano se evitó un aguacero que hubiera afeado su estreno como titular, pero quedó la sensación de oportunidad perdida para poder valorar si tiene un hueco en la próxima plantilla. No haberse atrevido con él puede darnos una pista de que quizá se le busque una cesión en algún recién ascendido a la categoría.

Nieto pasó al centro de la defensa y formó una difícil pareja -ambos son zurdos- con Jair. Más allá de algún fallo puntual, midió mal en el 0-3 y permitió el mano a mano ganador de Juan Muñoz ante Ratón, diríamos que ambos fueron víctimas del naufragio colectivo más que responsables del mismo.

Advertimos en la previa de que si el canterano Hernández no jugaba, Chavarría o Zanimacchia entrarían en el once y que, en ese caso, el Zaragoza tendría una estructura más sólida apostando por Zapater como central derecho, con Francho y Sanabria por delante, manteniendo a Nieto en el lateral, con Chavarría como centrocampista y Narváez de segundo delantero.

Un 442 que acariciase el hombro del colombiano, sacrificado al esfuerzo en banda para ayudar a la permanencia. Pero ayer se le pidió jugar, de nuevo, en la misma posición… Una decisión probablemente inesperada -uno no se tiñe de rubio si no barrunta alegría- y que le desconectó del partido. Incluso vio la quinta amarilla, por un pisotón innecesario a Palencia, y se perderá la primera jornada del próximo campeonato, salvo medida de gracia de la Liga.

Quizá sea injusto señalar, pero el duelo dejó especialmente marcados a Chavarría y a Ratón. El catalán se desautoriza como lateral izquierdo cada vez que ocupa esa posición y ayer abrió la puerta de la goleada con un incomprensible envío horizontal, que interceptó De la Fuente para, con todo el panorama a favor, habilitar al suizo Bua y superar la débil resistencia del portero.

Ratón venía de solventar una buena salida ante Muñoz y luego firmó un meritorio doble rechace ante De la Fuente y Bua; pero tuvo una noche en la que la portería pareció más grande de lo que ya es. Hay porteros -los mejores- que crean la sensación de empequeñecer el arco. No fue el caso. Muñoz marcó pronto el segundo, de impecable lanzamiento al palo desatendido por Ratón tras una falta de Francho sobre Perea, que pudo lesionar de gravedad a Sanabria. Ruben Pardo y De la Fuente ensancharon la goleada con otros dos dardos, ya en la segunda mitad.

JIM quiso evitar el oprobio a quienes menos lo merecían y retiró al descanso a Francho y a Azón. Sin Serrano, las conducciones interiores del Leganés resultaban incontenibles para un Zapater exhausto y un Sanabria más pálido que nunca. Zanimacchia trató de darle cierta verticalidad al juego y el Toro se despidió con algo de alma: ganó casi todas a Ignasi Miquel y habilitó a Chavarría para que se quedase solo ante Riesgo -en la mejor ocasión de la velada-, pero el portero visitante salió veloz y abortó el gol del -escaso- honor.

Larra, voluntarioso e impreciso, sustituyó a Bermejo, quizá el más intencionado en la primera mitad, quien falló un disparo más que cómodo justo antes de ser sustituido. Mejorar o no esta faceta marcará su carrera. No hubo más cambios. No regresó Javi Ros, ni se despidió Alegría. Tampoco sumó su segundo partido Hernández, ni se contó con un James al que se le ha mandado un mensaje inequívoco en estas dos últimas jornadas: se le busca traspaso. Zapater acumuló otros 90 minutos sin demasiado sentido y, al menos, ni Nieto ni Bermejo vieron la quinta amarilla. El empate final del Girona evitó que también el Cartagena nos adelantara: decimoquintos. Al final, fueron 47 -y no 48- los puntos necesarios para la salvación. No va más. Gracias por habernos acompañado toda esta temporada. Ojalá hayamos estado a la altura de tu confianza y abono. Esperamos que sea la primera de muchas, porque lo merezcamos y porque las haya si el club cambia de máximos responsables este verano. Quizá estemos ante la última oportunidad. Zaragoza merece más.


Real Zaragoza: Ratón; Tejero, Jair, Nieto, Chavarría; Zapater, Francho (Zanimacchia, 46); Bermejo (Larrazabal, 66), Sanabria, Narváez; e Iván Azón (Gabriel Fernández, 46).
Leganés: Riesgo; Palencia (Sergio González, 46), Tarín, Javi Hernández, Jonathan Silva (Miquel, 57); Rubén Pérez (Pardo, 46), Perea; Róber Ibáñez (Shibasaki, 69), Bua; Juan Muñoz y Miguel de la Fuente (Borja Bastón, 57)
Árbitro: Sagués Oscoz (Comité Vasco). Amonestó a Zapater (17), Narváez (18), Chavarría (32) y Francho (33).
Goles: 0-1, min. 15: Bua. 0-2, min. 29: Juan Muñoz. 0-3, min. 42: Juan Muñoz. 0-4, min. 47: Pardo. 0-5, min. 54: Miguel de la Fuente.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuadragésimo segunda jornada de Liga disputada, a puerta cerrada, en La Romareda. Antes del partido, tuvo lugar una manifestación de la afición reclamando la salida inmediata del club de la actual propiedad.

Gracias por poner sensatez en este tránsito por el infierno de 2a. Nos leemos en agosto. O antes, de vosotros depende
Gracias a ti, Carlos!
Estamos trabajando para abrir un canal paralelo a la web y así poder seguir comunicando zaragocismo durante el verano.
El teclado lo guardamos hasta mediados de agosto, que bastante lo hemos hecho sudar esta temporada…
En cuanto podamos, lo anunciaremos
Abrazos
Lo mejor de JIM en el partido fue la sustitución de los tres canteranos en el descanso para que no fueran más partícipes de ese bochorno de pachanga. Se acabó la temporada, por fin, aunque no parece que vaya a cambiar la deriva en la temporada siguiente. Si creemos que con plantillas así podemos competir nos estamos suicidando lentamente… al final coges cariño a casi todos los jugadores y te parecen mejores de lo que en realidad son, mucho mejores diría yo…
Mucha suerte en la siguiente temporada de @Leonsepia.
Gracias, Luis!
Por este comentario y por todos los que has hecho esta temporada. Ojalá no se cumpla lo que ya todos nos tenemos y haya cambios a los mandos del club
Nuestra suerte será la de todos. O, mucho mejor dicho, la suerte de todos será la de leonsepia
ABRAZO