Cuando Francho se te retira del último entrenamiento de la semana y no entra en la convocatoria, la previa nace mirando al suelo y con el ánimo desenfocado. Resulta mucho más sencillo imaginar un resultado positivo en Tenerife con el centrocampista aragonés en el once que sin él en la expedición, claro; más aún cuando Petrovic y Grau siguen fuera de combate. Aquí entra en juego el tercer elemento de una fotografía, que bien podría haber sido la de portada si a Cristian no se le pone la mirada de quien lidera una resistencia que se convierte en revolución… ‘Zaragoza nunca se rinde’, proclama la pancarta de la fachada de vestuarios de la Ciudad Deportiva. Quizá haya que recordárselo a quienes dan la temporada por acabada desde la derrota en Cartagena; pero no a este equipo, que lleva navegando en mar gruesa casi desde verano y que sabe que está a tiro de una nueva buena racha imprevista -en los tres próximos partidos- de recalcular ruta y guardar un minuto de silencio por tanto agorero suelto.