Ni siquiera una deseada victoria en Cornellá parece capaz de detener una maquinaria ya activada, que supondrá la rotunda vuelta deportiva de Víctor entre el lunes y el martes. Habrá que ver hasta dónde salpica la implosión. Quizá Cuartero sea la frontera, casi siempre lo ha sido, pero esta vez la línea que se trace puede ir más allá de él, en una decisión que ha parecido un imposible desde hace 15 años; sin duda, los menos edificantes de la historia de la entidad. Puede que algún consejero, como Juan Forcén, pierda también algo de peso con el inminente temblor interno. Y tampoco será aquí donde se llore. Vivimos vísperas de refundación -tras ocho años de frustraciones con la Fundación-…, aunque sea tarde de previa y el momento obligue a escribir y centrarse en la visita al Espanyol.