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¿te imaginas?
El Real Zaragoza, en su muy exigente visita al líder, se ilusiona con estirar a nueve su racha de jornadas sin perder. Un triunfo daría vuelo al sueño de alcanzar al sexto y cotizaría al alza el entusiasmo general. Zapater podría entrar por Grau
✍️ Javi Hernández (@SepiaHdez)
Alfonso Reyes (@Futbolgrafo) y Daniel Marzo (@DMarzoFoto)
Si quieres lograr un imposible, convence a un aragonés de que no lo es. Cualquier extraño que descubra la clasificación en la previa de este partido, diría que Albacete y Cartagena se disputarán la sexta plaza en las seis jornadas restantes; apenas el Burgos podría aprovechar un despiste constante de ambos si firma una recta final casi impecable. De Andorra para abajo parecen demasiado lejos para los pocos puntos que quedan en juego. Lo parecería para todos, menos para los habitantes de una sufrida e irreductible galia ubicada en mitad de un desierto -también futbolístico-, que acumula ya una década bajo el abrasador sol de la Segunda División y que todavía se resiste a creer que ésta no es la temporada del ascenso.
Durante toda la semana se ha estado inyectando levadura a la épica teoría del 3% -en realidad, el porcentaje es todavía menor…-, que alude a las posibilidades que tiene el Real Zaragoza de concluir la temporada regular en sexta posición y, por ello, disputar un playoff de ascenso que nadie contemplaba antes de Semana Santa. ‘3% de posibilidades, 97% de fe’, reza esta emocionante y seductora religión nacida a partir de observar un milagro vigente: el Real Zaragoza lleva invicto ocho jornadas y viene de sumar siete puntos de nueve posibles ante Levante, Granada y Racing.
La vida no tiene tantos buenos momentos como para no disfrutarlos y exprimirlos. Quizá esta noche quede clausulada esta iglesia pagana recién creada, pero sólo se desilusiona quien antes ha tenido la capacidad de sonreir. Después de tantos sinsabores acumulados, nos merecemos creer por encima de nuestras posiblidades; seguir generando esa energía que impulsa al equipo y le permite surfear en la cresta de la ola. Escribá y el vestuario apelan a la ortodoxia de no mirar más allá del próximo partido, pero se les escapa una mirada cómplice y brillante cuando se les pregunta por este optimista fenómeno social.
EL JUEGO DEL SEPIA
Bajemos de las nubes al césped o nos despertaremos del sueño a goleada limpia. ¿Repetirá Escribá alineación por tercera jornada consecutiva? Seamos sinceros. Si tuviéramos que jugarnos un euro, diríamos que sí. Parece lo más lógico y probable. Pero aquí se nos lee para intentar ir más allá de la superficie. Si nos esforzamos por imaginar una novedad, casi todos los caminos llevan a Ejea. Grau no ha terminado ninguno de los dos últimos encuentros -ante el Racing pudo tener más de precaución por estar amonestado que de otra cosa- y se prevé una batalla de pierna dura y mandíbula apretada en el mediocampo, que puede resultar más apropiada para el capitán Zapater.
La banda derecha del Real Zaragoza, que podría considerarse un triángulo si se añade el vértice siempre dispuesto de Francho, está con todas las luces encendidas y por ahí podría progresar un triunfo más que exigente, pese a que se viene de sumar cinco puntos más que el Eibar en las últimas cuatro jornadas… Quizá Lasure, quien ya fue titular ante el Levante y firmó una soberbia actuación secando a De Frutos, sea el elegido por Garitano -el sobrino de Ander- para defender ese lateral. Stoitchkov, como viene siendo costumbre desde hace dos veranos, seguirá siendo la principal amenaza armera.
Hay optimistas que aburren y otros que contagian. Azón y Simeone integran el consejo de administración de los segundos. Comienzan contagiándose el uno al otro, siguen con el resto de sus compañeros y terminan llevando al zaragocismo al mismísimo borde de la enajenación. Con ambos disponibles para fatigar y afilar el frente de ataque del conjunto aragonés, todos nos sentimos capaces de todo, hasta de comprar acciones de una empresa cuyo 97% se sostiene en la fe. ¿Te imaginas?
