La frustración más incapacitante no es la de una derrota sino la de saber que carecemos de habilidades para competir por un objetivo inalcanzable
Los objetivos se planifican y trabajan. Los deseos ilusionan y se sueñan. El cimiento de cualquier equipo de fútbol, ya sea en el deporte base o en competición profesional, comienza por analizar la accesibilidad de la meta fijada y los caminos para llegar a ella. La frustración más incapacitante no es la del fracaso tras una derrota sino la de saber, previamente, que carecemos de habilidades y medios para competir por un objetivo inalcanzable. En ese momento, el espejismo de la utopía se convierte en la desazón de una quimera. En psicología deportiva, uno de los momentos transcendentales del inicio liguero se centra en una puesta en común de jugadores y cuerpo técnico, con poco balón y mucha cabeza. En ese momento primigenio de la temporada se debe alumbrar un Big bang de fútbol, para saber hacia dónde se puede y se debe expandir un equipo. Analizar y construir -con racionalidad sensata y sin voluntarismo- es tan importante o más que el esfuerzo físico y táctico de cualquier colectivo. Es cierto que cualquier planificación está sometida a circunstancias imponderables, ya sean positivas o negativas; pero esa previsión de alternativas inesperadas también debe estar integrada en el diseño de una temporada y de un equipo.
Cordero de Dior, que fichas en el mercado de invierno, ten piedad de nosotros. Cordero de Dior, juega con nosotros y danos la paz del ascenso. Amén. AMEN AMEN .. Grandeeee! Si señor como siempre y una vez mas .. esperando la siguiente .Besicos desde el condado