
Pablo Díaz Stalla

REAL ZARAGOZA 1998-2004. CAMPEÓN Copas Rey 01, 04
UN ANFIBIO EN TRANCE
¿Eres abonado a leonsepia.com y no ves la columna de Pablo Díaz completa?
No olvides estar logueado en la web, con tu usuario y contraseña, para poder leerla.
El partido estuvo a la altura de todos los atractivos que prometía
No podían existir más atractivos previos a la visita del Girona. Y el encuentro no defraudó, al contrario. Quizá se haya tratado del partido más vibrante y completo del Real Zaragoza esta temporada. A ninguno de los dos equipos, por diferentes motivos, les valía el empate; y cuando eso sucede, es más probable que se den choques de esta intensidad, donde nadie se guarda nada en ningún momento y el fútbol se convierte en el espectáculo que no siempre se permite ser. También ayudó el horario, claro. Cuando se piensa más en el aficionado que va al estadio que en quien -como yo, por obligación en mi caso- lo vemos por televisión, el ambiente es incomparable. ¿Cuánto mejoraría la imagen de marca de la Liga Smartbank si cada quince días ofreciera al mundo un aspecto así de La Romareda? La grandeza e historia del Real Zaragoza debería pesar para no ser un habitual del viernes o del lunes por la noche. Y por último, el aliciente de la firma del 51% de la propiedad del club -hasta ese momento en manos de la familia Alierta-, que asumió el grupo internacional liderado por Jorge Más apenas 48 horas antes. A mis compañeros de LeonSepia les coincidió con su Directo en Twitch… y demostraron tener una cintura a la altura de los mejores extremos que me haya tocado defender a lo largo de mi carrera.
Cuando ya no tienes nada que perder, te desinhibes y te gustas más
La posición en la tabla, sin ser la ideal porque a todos nos gustaría estar más arriba, sí es muy propicia para disfrutar de choques entretenidos de aquí al final de la temporada. Ya lo vivimos en Tenerife y lo intuíamos en la previa ante el Girona. Sin apuros por el descenso, con los miedos propios que siempre atenazan, sientes que no hay nada que perder y te atreves a ir en busca de lo que todavía se puede ganar. El domingo, en El Alcoraz, apunta a ser parecido, aunque de lo que allí acontezca ya hablaremos en la Tribuna de la semana próxima. Ante el Girona, los Azón, Vada y Borja Sainz -hasta hace poco secundarios- se mantuvieron en el once titular y siguieron mostrando un gran nivel. JIM ha encontrado soluciones entre tanto problema -en forma de bajas de sus mediocentros principales-, cambiando sistemas de juego y hasta posiciones de jugadores, como es el caso de Lluis López, quien está cumpliendo con muy buena nota cada vez que le toca jugar por delante de los centrales.

Vuelta al 4141: el equipo se mostró muy cómodo, con y sin balón
JIM renunció al 442 que utilizó en Tenerife y había funcionado muy bien, para volver a situar a tres centrocampistas por dentro: Zapater, Eugeni y Vada. La sorpresa estuvo en que arriba sólo Iván Azón fue titular, cuando se esperaba que lo fueran dos entre él, Álvaro y Sabin. Bermejo por derecha y Borja Sáinz en izquierda completaron el ataque titular. ¿Por qué tomó la decisión de cambiar el dibujo el entrenador? El Girona juega con tres centrales, le gusta dominar la posesión y atacar con muchos futbolistas. Por su parte, el Real Zaragoza se está convirtiendo en un equipo anfibio, capaz de vivir en cualquier superficie: cómodo con la pelota, con jugadores que se alimentan en contacto con ella -Eugeni, Vada, Bermejo…- y seguro si le toca replegarse, recuperar y salir a la contra. Por momentos lo hizo y supo busca la profundidad y la amplitud con rapidez, principalmente con Sainz. El Girona tuvo que correr mucho sin balón, lateralmente cuando el conjunto aragonés se instalaba en su mitad de campo y -todavía peor- hacia atrás si perdía la pelota y sufría en contraataque. Nunca estuvo cómodo en el partido y lograrlo, en el gran momento de forma que llegaba, es un mérito extraordinario por parte de los locales.
Cuando equipo y afición se funden en un solo cuerpo, todo es posible
¿Destacados? ¡Todos! Quizá alguno sobresaliera un milímetro más que otro, pero cuando una victoria es tan coral carece de sentido señalar individualidades y no subrayar el colectivo. JIM hizo un muy buen planteamiento y todos sus jugadores lo ejecutaron con gran compromiso e intensidad. Fue una obra de arte, ante el equipo más en forma del campeonato, cuyo valor cotiza al alza si se tiene en cuenta las bajas medulares con las que aún tienes que manejarte y el desafío físico que supuso tener que jugar más de 100 minutos por el empeño poco sensato del árbitro. Por suerte, ahí estaba una Romareda que siempre se hace sentir cuando su equipo necesita aliento que lo empuje. Con ese nivel de entrega de los jugadores, cómo no vas a animar. Y con esa forma de animar, cómo no vas a exprimirte. Cuando dos, afición y jugadores, se hacen uno y entran en trance juntos… todo es posible.
