LLAMEN A UN EXORCISTA... QUE TENGA GOL
Un mejorado y vertical Real Zaragoza acumula ocasiones de sobra para superar al Málaga -que jugó 80 minutos con diez-, se asfixia por su maldita falta de puntería y apenas logra salvar el empate gracias a un impreciso pero insistente Simeone
Javi Hernández (@SepiaHdez)
Daniel Marzo (@DMarzoFoto)
El Real Zaragoza jugó como nunca y no ganó, como casi siempre. A punto estuvo de perder, incluso. Simeone rescató el empate en los minutos finales con una volea dentro del área, que evitó un devastador incendio y hasta hizo soñar con la remontada. Quizá con un añadido más generoso podía haber llegado ese segundo gol, pero esta victoria tan necesaria se escapó antes. Lo hizo en las numerosísimas ocasiones -más de las que este equipo suele acumular en un mes- que se desaprovecharon a lo largo de casi todo el encuentro. De nuevo, no se gana a un rival que tiene que jugar con uno menos durante la mayor parte del choque, aunque aquí el conjunto aragonés sí hizo sentir su superioridad numérica y pisó con fruición el área contraria. Un inspiradísimo Yañez y un halo de maldición redujeron a la nada una merecida goleada. Mientras el mercado se abre, sigan con la misma propuesta y llamen a un exorcista. Con gol, si puede ser.
El partido -su desarrollo y su relato- estuvo muy marcado por la inapelable roja directa a Javi Jiménez, por atropellar y doblar el tobillo apoyado de Bermejo a los trece minutos de partido. El Real Zaragoza ya estaba siendo superior al Málaga con igualdad numérica y se volvía a situar ante uno de sus grandes traumas de esta temporada: enfrentarse a un rival que sufre una expulsión. Así como ante el Eibar -que acabó con nueve- y el Alavés se firmó un tratado de impotencia futbolística, aquí la incapacidad vino a la hora de definir: se supo qué hacer con la pelota y cómo atacar los espacios. Y pareció rematarse a una portería de hockey hielo.
Escribá, como anticipó el Juego del Sepia, sostuvo su apuesta por el 442, pese a que Gueye sigue aterrizando y a que la musculatura de Azón nos sigue doliendo a todos. Mollejo afilaba la dupla de ataque con Simeone, mientras Bermejo y Vada se sumaban desde la banda y abrían sus carriles a Fuentes y a Gámez. Ratón le siguió ganando el pulso a Rebollo, Zapater acompañaba a Grau en el doble pivote, Gámez resistía en el lateral derecho y Lluis daba la sorpresa dejando en el banquillo a un Francés disponible y ya suplente con dos entrenadores diferentes este curso.
Al Zaragoza no le importaba ser directo desde el mismo comienzo del encuentro y Jair casi encontró a Simeone en largo, a la espalda de una defensa solo abrigada por la puntual salida de Yañez, quien firmaría una de las mejores actuaciones de su carrera. Una de las pocas que no detuvo, quién sabe si lo hubiera hecho, fue un enroscado disparo de Vada desde la medialuna, que se estrelló en el cuerpo de Bermejo cuando parecía bien dirigido al fondo de la red rival… Luego llegaría la referida expulsión visitante y poco después la primera ocasión clarísima de la noche. Mollejo anticipa un centro raso de Fuentes y el balón le queda botando a Giuliano para fusilar a quemarropa a Yañez. El argentino se llena de balón y su zurdazo descontrolado se estrella contra el lateral de la red.
El partido tuvo mucho de asedio zaragocista hasta el descanso, si bien el Málaga se estiraba gracias al empuje de Hervías -le sacó una amarilla a Gámez, que animó a su sustitución por Larra al descanso- y Ratón tuvo que sacar una buena mano a disparo envenenado de Luis Muñoz. Yañez continuaba agigantando su figura, sacando una mano cambiada a disparo ganador de Bermejo y aliándose con sus postes para salvar un cabezazo de Simeone tras centro de Gámez. Giuliano parecía peleado con el gol y cruzó demasiado un muy buen servicio profundo de Mollejo. Si hubiera levantado la cabeza, habría visto la compañía de Vada y podido asistirle en lugar de rematar.
Larra, quien ya calentaba desde los minutos finales de la primera mitad, cumplió los pronósticos y salió por Gámez al descanso. Pepe Mel seguía sin introducir ningún cambio. La expulsión de Jiménez la corrigió retrasando al canterano Cristian al lateral y situando a Febas en banda izquierda, para pasar del 4141 de inicio a un 441. El Málaga mantenía su dibujo de circunstancias al inicio de la segunda mitad, pero se protegía en un repliegue más intensivo, que pronto hizo poco lógica la presencia de Fran Sol sobre el terreno de juego. El atacante del filial Loren y no Rubén Castro lo sustituyó, ensanchando el enigma de qué le ocurría a este delantero histórico para no jugar.
Una conducción de Bermejo, que terminó disparando desviado desde la frontal en lugar de habilitar el desmarque profundo de un -demasiado- quejoso Vada fue el único fogonazo del tramo más pálido del Real Zaragoza en el encuentro. Del minuto 45 al 65, amenazó con regresar a la parálisis de su pasado reciente. Un nuevo milagro del pulpo Yañez -nada que ver con nuestro Pato-, esta vez a cabezazo de Simeone en el segundo palo a la salida de un córner, inauguró un segundo asalto de ocasiones locales.
Mollejo le madrugó la espalda al falso lateral malaguista y alcanzó el área rival tras zigzaguear ante varios defensas. El cansancio apenas le permitió imprimirle potencia a su disparo con la zurda y Yañez llegó abajo tan a tiempo como lo hizo al resto de puntos cardinales. Puche sustituyó a Vada, ubicándose en punta y pasando Mollejo a banda izquierda; mientras que Eugeni, apenas unos minutos más tarde, ingresó por Zapater. Cada cambio aumentaba el tono ofensivo de una propuesta, ya de por sí, más audaz que las anteriores con Carcedo.
Larra se jugó el tobillo y Febas el penalti en una incursión por banda derecha del lateral, frenado justo antes de pisar el área. Bermejo, sin apenas ángulo, buscó la portería y encontró el larguero de un ya batido Yañez. Cuando estás firmando uno de los mejores partidos de tu vida, la fortuna tampoco se lo quiere perder. Un tercer palo, el larguero en esta ocasión, volvió a salvar al Málaga: Eugeni bota un córner y Lluis, liberado de su marca, cabecea picado en el área pequeña: Yáñez despeja y la madera hace el resto. Parecía imposible lograr un gol, y, aún más, que lo marcara un oponente, que apenas le daba para mantenerse en pie. Mel propuso un triple cambio y, un minuto después, Haitam -uno de los recién ingresados- se lleva con fortuna el balón en un mano a mano con Fuentes, se adentra en el área y enrosca un disparo que le bota justo delante a Ratón y alimenta su dilatada leyenda de portero que apenas para. La última repetición, desde una cámara situada entre la portería y el banderín de córner, muestra la acusada curva de la pelota -de fuera adentro- y exonera en parte al guardameta, aunque el tribunal de la grada ya no quiso atender a apelaciones y lo declaró culpable nada más producirse este durísimo e inesperado golpe.
Francho y Gueye entraron por Grau y Mollejo, pasando Puche a banda izquierda por la presencia del senegalés. Pape firmó un cabezazo con poca mordiente justo antes del empate de Simeone, si bien se le sintió mejor acoplado al partido y a sus compañeros que en sus anteriores actuaciones. Francho sí influyó en el juego. Desde la posición de mediocentro, lideró la rebeldía de su equipo nada más recibir el tanto en contra: empujó a sus compañeros hacia delante, movió el balón con rapidez y precisión, y puso un muy buen centro que acabó en el córner del posterior empate. Antes, Puche pudo adelantar la igualada, pero pifió su remate en el área pequeña tras centro de Larra y un inocente disparo de Eugeni tropezó con el cuerpo de Ramalho, tras fallar Yáñez en el primer despeje. El partido concluyó y la rabia acumulada por tantos disgustos se apoderó de la zona más visceral de la grada, muy comprometida y animosa durante el encuentro. Se entiende, aunque al equipo hay muy poco que reprocharle en este partido, más allá de su pésima relación con el gol. Tras varias semanas -acaso meses- de encefalograma plano, ha vuelto un Real Zaragoza propositivo, fluido, rebelde y valiente. Capaz de generar ocasiones. Con nuestro portero y delantero titulares, que vieron juntos el encuentro en una cabina, se habría ganado con presumible solvencia. Éste parece el camino, lástima que sigamos endemoniados en las áreas.
REAL ZARAGOZA: Ratón; Gámez (Larrazabal, 46), Lluís López, Jair, Fuentes; Grau (Francho, 80), Zapater (Eugeni, 73); Bermejo, Vada (Puche, 66); Mollejo (Gueye, 80) y Simeone.
MÁLAGA: Yáñez; Bustinza, Juande, Burgos, Javi Jiménez; Escassi (Genaro, 68), Luis Muñoz (Ramalho, 77); Hervías (Haitam, 77), Febas (Jozabed, 77), Cristian Gutiérrez; y Sol (Loren, 60)
ÁRBITRO: Busquets Ferrer (Comité Balear). Expulsó a Javi Jiménez (13) con roja directa por juego violento sobre Bermejo. Amonestó a Gámez (30), Bermejo (67), Febas (73) y Burgos (83).
GOLES: 0-1, min. 78: Haitam. 1-1, min. 87: Simeone.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la decimosexta jornada de Liga, disputado en La Romareda. 16.500 espectadores.

Javi, creo que tendrías que invitar a Iker Jiménez (creo que es seguidor zaragocista, o simpatizante) al canal para que nos explique qué extraño sortilegio han echado a nuestro R. Zaragoza. Y la manera de contrarrestarlo. Si es que la hay…
Del partido, se notó otro aire y más verticalidad, no fue tan soporífero y plano como los de Carcedo. Me gustó más el equipo, hubo más dinamismo y verticalidad. Lástima de la puntería y del acierto de Yañez.
Entro en la fase de paciencia.
La crónica acertada, como siempre.
Nos vemos en twitch… ¡Buena semana!
Muchas gracias, Carlos!
Yo también aprecié avances significativos. Esperemos salir pronto de esa fase y celebrar victorias, que falta hacen
Iker Jiménez no dura ni media vuelta escribiendo crónicas del Zaragoza…
Abrazos
Esperemos que Fran Escribá tenga suerte, conocimiento, educación y saber estar tiene de sobras. Esperemos que no lo engullan los resultados. Abrazo.
Ojalá, Luis!
El otro día estuvimos más cerca de ganar que ningún otro día, más incluso que algunos en los que hemos ganado
Parece haber encontrado el camino. Queda encontrar el gol
Abrazos