ALFONSO REYES @futbolgrafo
patio sin luces
Empezamos este álbum desde la esquina de un patio que, desafortunadamente, no tuvo demasiada luz futbolística a lo largo de la noche. Con el simbolismo del banderín con los colores zaragocistas dando la bienvenida a los recién llegados Fuentes y Quinteros, justo antes de retirarse por la rampa que da acceso a los vestuarios, acompañados por Juan Carlos Carcedo. El técnico del conjunto aragonés, acaso como herencia de su bagaje como segundo entrenador durante tantos años, está muy encima de la activación previa al inicio de cada choque. 20.47 horas y Puche también se retira, en segundo plano, luciendo su flamante 7: heredado tras la salida de Narváez y que, más allá del decepcionante colombiano, han lucido grandísimos jugadores en la historia de este club.
Todas las miradas buscaban a Pape Gueye, la mayoría de ellas en el once titular. No fue así, seguramente con buen criterio por parte del entrenador, ya que el senegalés apenas sumaba un par de entrenamientos con el grupo. Gueye siempre sonríe y no le importa sentarse en segunda fila, pese a saberse el objetivo principal de los focos. Queda verlo sobre el terreno de juego, en los alrededores su impresión es inmejorable. Ojalá pronto traigamos una FUTBOLGRAFÍA con victoria y gol del senegalés: seguro que su celebración no nos dejará indiferentes.
El Cholito Simeone eligió la esquina de la grada de animación para celebrar su primer gol como profesional. Y el primero del Real Zaragoza esta temporada. No es el mejor ángulo para quienes disparamos desde el córner contrario, pero esta imagen explica cómo los compañeros tuvieron que -casi literalmente, en el caso de Lluis López- sacarlo de un festejo que Giuliano no quería que terminara nunca.
Hubo que esperar cinco minutos para que, apagón del monitor del VAR mediante, el árbitro terminase confirmando el gol. La vigilia se hizo interminable y las caras de los jugadores, de uno y otro equipo, mostraban como ninguno sabía a qué atenerse.
Para quienes habéis nacido en este siglo, así se celebraban los goles al final del anterior: salto vertical, puño arriba y felicidad sin prefabricar. La agonía del VAR consigue, en muchas ocasiones, que la segunda celebración sea todavía más eufórica que la primera.
Cuando a Cristian le duele la mano, al equipo y a la afición nos da un escalofrío. En una de las múltiples contras que erró el Lugo en la media hora final del encuentro, alguien le pisó los dedos al portero y hubo unos minutos de preocupación generalizada. Aquí vemos a Larra, Francés, Vada, Jair y Molina rodeando al argentino.
Esta imagen captura la caricatura de lo que pudo representar el partido para el Real Zaragoza. Incómodos, forzados, desnaturalizados, fuera de posición e imprecisos. No fue el mejor planteamiento y el equipo nunca se encontró en una noche decepcionante de principio a fin.
Francés no tuvo su mejor actuación, acaso fue una de las más flojas que se recuerda. Fuera de su mejor lugar, es cierto, pero sin la concentración debida en varios pasajes del choque. El gol del empate del Lugo no le deja bien parado y aquí está a punto de lesionarse el brazo derecho en una caída descontrolada, que obligó a la rápida entrada de las asistencias. Por suerte, también quedó en un susto.
La calma de Ze Ricardo y los ojos desorbitados de Carcedo: por el lenguaje no verbal de ambos, con la asistente de fondo, es fácil deducir quién se sentía cómodo y quién no con el plan de partido. El marcador reflejaba empate a uno en ese instante. Lo peor estaba por venir.
Cristian, quien tantas veces ha salvado al equipo de un mal resultado, aquí abrió la puerta de manera inopinada, saliendo a destiempo del área y permitiendo que Ramos ganara un pulso letal a Jair y Francés debido a su error de medición. Es muy probable que el argentino fallase en su decisión a causa de la tormenta de llegadas en solitario de delanteros rivales que el Real Zaragoza sufrió en su propia área durante la media hora final del choque.
Fenomenal Alfonso. Pero el segundo gol,fallo de Cristian es en mi opinion aún más fallo de Francés y sobre todo Jair, que puedendespejat el balón dos o tres veces o incluso cargar a Ramos,al que yo intentaría atar ya para el año que viene,como se hizo con Luis Suárez