Baile con verbena
Un arranque primoroso -23 minutos- quedó malherido por la irresponsable defensa de un córner. Con Gámez expulsado y el VAR omnipresente, Vada empató de penalti. Este león nunca se rinde
✍️Javier Hernández (@SepiaHdez)
Archivo Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)
No se puede bailar más bonito de lo que lo hizo el Real Zaragoza en los primeros 23 minutos. En ese tiempo, que al Fuenlabrada se le hizo un suplicio interminable, cupieron cinco ocasiones más que claras de gol y la orgullosa sensación de que empieza a no importar contra quién -ni dónde- juguemos: cada jornada mejoramos nuestra última versión y logramos ser muy superiores a nuestro rival. ‘Pero si no marcas, de nada te sirve jugar bien y generar tanto’, nos castigará el oído esta mañana algún voluntarioso cenizo. Digámosle que sí y cambiemos de tema: será el primero en presumir de que ya lo sabía él cuando lleguen los triunfos en fila… Hay que seleccionar muy bien las discusiones en esta vida.
Si seguimos jugando así de bien y gererando tanto, las victorias se nos van a amontonar más pronto que tarde, querido. Sólo una -no- defensa de verbena en un saque de esquina, donde hasta tres futbolistas despistaron sus marcas en el primer palo, explicó llegar al descanso por detrás en el marcador y obligó a otra remontada que, en esta ocasión, quedó incompleta. Se logró empatar de penalti, con un hombre menos y pudo terminar pasando cualquier cosa. Cuatro puntos de seis en dos sálidas ásperas no es mal botín. A este saludable ritmo, pronto apareceremos en la primera mitad de la clasificación.
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Este Real Zaragoza nunca se rinde. Es un equipo rebelde y optimista, que se enfrenta a cada adversidad con una entereza impropia de quien sobrevivió a una última temporada tan agónica. Mientras el entorno se esfuerza por desmarcarse de ese recuerdo cercano, para no contaminar el presente y lo que esté por venir, el equipo aragonés parece haberse reseteado en verano y disfruta de una amnesia colectiva que va a ayudarle a vivir pronto un curso muy distinto al anterior.
Anticipamos el once y el sistema, sin que sirva de demasiado precedente. JIM apostó por mantener su 4141 de cabecera, con la triple novedad de Francés, Francho y Mesa. Ya no intuímos -ni el más optimista lo hubiera hecho- que el Real Zaragoza iba a desatar semejante tormenta de fútbol en los primeros 20 minutos del encuentro. Sólo que sigamos sin incorporar al cuerpo técnico el chamán aquí solicitado -tras la derrota contra el Cartagena- explica que ninguna ocasión terminase gritando gol. Varios.
Mesa, un puñal de incio por derecha, le buscó la escuadra a Altube y encontró la red lateral; Narváez ensayó un misil cruzado que el árbitro decidió premiar con un córner poco evidente. La estrategía seguía brillando. Zapater alternaba los saques en corto, para combinar y adentrarse en el área, con envíos pasados al segudo palo, donde Francés los descolgaba de vuelta para rondar la línea de gol algún segundo después.
Mesa, tapado por un defensa, contactó intuitivamente con la pelota en el área pequeña y ésta se perdió desesperadamente por encima del larguero. En el siguiente saque de esquina, Giménez -quien firmó su mejor partido desde su llegada y oxigenó el inicio de cada ataque- se animó a rematar de chilena una nueva asistencia de cabeza de Francés. Altube detuvo sin dar un rechace, que Mesa hubiera facturado. Cuando variamos y probamos con un envío al primer palo, Jair emergió como Neptuno para cruzar un cabezazo que no encontró la red interior por palmo y medio.
A los saques de esquina se llegaba por atropello: el Real Zaragoza, con Zapater y Francho protegiendo y potenciando a Eguaras, lucía unos circuitos ofensivos bien aceitados y su acoso a la portería rival resultaba incontenible. Hasta que llegó lo inimaginable: el gol del Fuenlabrada. Hubo mucha responsabilidad defensiva en el disgusto: Eguaras, Narváez, Gámez y Zapater se funden en un solo cuerpo al que el balón supera en el primer palo y encuentra, liberados de cualquier marca, a tres futbolistas locales que abusan a quemarropa de un indefenso Cristian. Los tres- especialmente Zozulya y Anderson- terminan yendo al registro para reclamar la autoría de un tanto de paternidad poco clara.
El Real Zaragoza sintió el golpe y el VAR -omnipresente y favorable- se estrenó minutos después del 1-0 para anularle a Dieguez el segundo por poco apreciable falta previa de Pulido a Narváez. El colombiano, a quien se le está impacientando el gesto por tantos partidos sin marcar, prefirió resolver una contra con un buen recorte y un no tan buen disparo, en lugar de centrar con zurda a Giménez, sólo en el segundo palo. Pulido, en el último esfuerzo defensivo antes del intermedio, se tiró con todo para evitar que un pase de la muerte de Fran Gámez -ya con amarilla, por embestir a Anderson- encontrara el remate a placer de Mesa.
Oltra, como ya hiciera Pacheta en la segunda jornada en el Nuevo Zorrilla, se animó a hacer un cambio defensivo al descanso, para proteger lo que no sabía muy bien cómo había conseguido: el central Juanma entró por el extremo Anderson. El Fuenla pasó a un 532, con Pedro León sobre Eguaras, y el Real Zaragoza vivió sus minutos más incómodos de todo el encuentro. Incómodos y tensos. Zozulya le madruga un balón a Eguaras -comprometido por Chavarría– y cae al suelo por presunta zancadilla del navarro. Gorostegui Fernandez decreta penalti y ahí parece que tanto infortunio sólo podía significar que este partido se iba a perder. Pero el VAR pide la palabra de nuevo para decir que el ucraniano, quizá tocado su tobillo mínimamente por Eguaras, hace demasiado por simular la pena máxima. El árbitro corrige su primera decisión tras consultarlo en el monitor.
JIM agita la coctelera y Azón, Vada y Sainz entran por Gimenez, Zapater y Mesa. El sistema no varía, pero el equipo se siente revitalizado… hasta que Gámez -imprudente por estar ya amonestado- golpea por detrás a Konaté y el árbitro -quizá queriendo compensar tanta incidencia del VAR contraria al Fuenlabrada-decidió expulsar al lateral.
Sainz pasó a asumir todo el carril y Eguaras, cuando el contexto parecía más adverso para sus biorritmos, comenzó a agigantarse. De nuevo el VAR contribuyó a la causa y advirtió una clara mano de Pulido en área propia. Vada, tras una espera excesiva, resolvió con la calidad de los que saben y gritó el empate a uno que. milagrosamente, terminó siendo definitivo. JIM dio entrada a Lluis López por Francho y el equipo se protegió con cinco atrás cuando el rival atacaba.
El tramo final subió al podio a tres nombres. Cristian y su doble respuesta sobresaliente: abajo a la derecha a disparo de Salvador y ¡con la cara!, negando el remate cercano de Zozulya. Eguaras, por su corte y confección de altísima costura. Y Azón, de aportación imponente: ganó todas las peleas al trío de centrales, mientras el equipo estaba con uno menos, y supo marcar un muy buen gol en los minutos de añadido, anulado por un fuera de juego que terminó siendo por bastante menos de lo que se creía. Sainz -de menos a más- tuvo antes un mano a mano con Altube que cruzó con la pierna equivocada. Casi no nos da la cabeza para recordar tantas ocasiones, ni el corazón para resistir tantas emociones. Después de muchísimo tiempo, volvemos a estar a la altura del exigente paladar de esta afición. Qué sigan los bailes -sin más verbena- y estaremos arriba, por mucho que la tabla diga hoy lo contario. Digan lo que digan, no hay cenizo que esta mañana no lo sepa.
Clasificación Liga Smartbank
Fuenlabrada: Altube; Iribas, Pulido, Diéguez, Pol Valentín; Cristóbal (Fuentes, 88), Konaté (Timité, 75) Pedro Léon, Anderson (Juanma, 46); Kanté (Ibán Salvador, 75) y Zozulya (Soldano, 84).
REAL ZARAGOZA: Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Chavarría (Nieto, 93); Eguaras, Zapater (Vada, 59), Francho (Lluís López, 72); Nano (Sainz, 59), Narváez; y Álvaro Giménez (Azón, 59).
Goles: 1-0, min. 24: Zozulya. 1-1, min. 71: Vada, de penalti.
Árbitro: Gorostegui Fernández (Comité Vasco). Expulsó por doble amarilla a Gámez (31 y 63). Amonestó a Konaté (55), Iribas (59), Vada (68), Pulido (70), Pedro León (74) y Juanma (85).
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de Liga, disputado en el Fernando Torrres.
Buenos días.
«Hay que seleccionar muy bien las discusiones en esta vida»
Nada más que añadir.
Que lástima que el club esté «desaparecido»… con alguien coherente, con personalidad y zaragocismo en vena en cuatro días 34.000 abonados.
Saludos a todos.
Hola, Luis!
Toda la razón. Ojalá pueda ser así pronto
Un abrazo
Por fin hay en la plantilla algún jugador con carácter, cosa muy importante en segunda división, como en todas, vaya. Me gustó el equipo, más que cualquier partido anterior.
Sigo dudando del delantero Álvaro G. aunque le daremos tiempo… Incluso Eguaras, con el que soy muy critico jugó bastante acertado.
Sigamos así y esperemos…
Hola, Josevi!
Bienvenido de nuevo. Démosle tiempo a todos, porque se lo están mereciendo. Álvaro jugó una muy buena primera mitad en Fuenlabrada, creo. Y Eguaras lleva varios partidos a un nivel más que alto. Lo más importante, más allá de nombres propios, es que el equipo rinda a un alto nivel durante la mayor parte de la temporada, y ahí habrá momento para todos. Esa es quizá la mayor fortaleza de esta plantilla que, a excepción de tres o cuatro jugadores -Cristian, Francés, Narváez y quizá alguno más- tiene 17-18 titulares potenciales
Abrazos