Un derbi, aunque no tenga arraigo histórico, siempre es especial
A lo largo de la temporada hay partidos diferentes y un derbi siempre es distinto al resto. No parece una versión tan arraigada como la del Sporting y la del Oviedo por ejemplo, debido a que el Huesca ha aparecido en el fútbol profesional hace poco tiempo y no hay un gran historial de enfrentamientos entre ambos; pero yo sí denominaría este duelo como un derbi regional: son dos equipos aragoneses y militan en la misma categoría a día de hoy. Ambos –Real Zaragoza y Huesca- llegaban separados por apenas un punto en la clasificación y con el mismo objetivo: sumar tres más para poder seguir soñando con la posibilidad de alcanzar el sexto puesto y acceder a la promoción de ascenso. Como beneficio colateral, en caso de victoria de alguno de los dos, estaba el negarle esa posibilidad al rival y, si vencían los visitantes, adelantarle también en la clasificación. Aunque el primer y único objetivo del Real Zaragoza debe ser el ascenso, también hay que recuperar la condición de primer equipo de Aragón.