
Pablo Díaz Stalla

REAL ZARAGOZA 98-04. CAMPEÓN Copas Del Rey 2001 Y 2004
EL GOL QUE MÁS SE GRITA
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Dos parecidos improbables y un cuello de botella de emociones
Dos compromisos tan distantes aparentemente -no sólo en lo geográfico- como la visita al Mensajero y recibir al titánico Eibar han tenido muchos más puntos en común de los que podíamos imaginar. Todos felices, además. El marcador final, recuperar la muy saludable senda de no encajar y que nuestro gol, en ambos casos, los haya gritado un defensa. Créanme, y lo digo por propia experiencia, que los defensas poco goleadores -la mayoría, claro- celebramos un tanto que lleva nuestra firma por todos los poros de nuestra piel. La garganta se nos convierte en un cuello de botella de emociones y, apenas un minuto más tarde, regresas a tu campo dudando si has quedado afónico y vas a poder seguir dando órdenes a tus compañeros. Otra coincidencia, todavía más feliz, es que son defensas de la casa. En un momento muy dispar, es cierto, y aquí se alejan las similitudes: Francés es ya un referente en la plantilla y Clemente todavía no ha tenido la oportunidad de establecerse, aunque se le aprecian cualidades de sobra para ello. Ojalá puedan seguir compartiendo la camiseta del león durante mucho tiempo. Lo celebraré como si uno de mis escasos goles se tratara.
Un inicio sufrido, rápida reacción y la alegría extra de no encajar
Centrándonos en el encuentro contra el Eibar, porque el del Mensajero queda ya lejos, me pareció destacable cómo el equipo fue capaz de recomponerse tras un inicio amenazante del rival. Arbilla y Javi Muñoz le buscaban la espalda con premeditación a Chavarría, Stoichkov pareció imparable por momentos… Enseguida, supimos rehacernos y fuimos capaces de tachar -por cumplirlas- muchas de las premisas que se escribían -quizá se siga haciendo…- en la pizarra de la caseta antes de saltar al terreno de juego. Insistiré con el detalle de dejar la portería a cero. Quizá me puede la genética de defensa y el recuerdo de la puñalada que sentía cada vez que mi equipo recibía un gol en contra, aunque fuese en los últimos minutos y con un triunfo ya encarrilado. No lo podía evitar. Desde esa experiencia propia, puedo asegurar que no es lo mismo ganar 1-0 que 2-1, por más que obtengas los mismos tres puntos. Que no te marquen un gol es un triunfo de todos, refuerza los lazos del grupo y el compromiso colectivo por la causa.

Mandamientos de vestuario cumplidos y una sensación que revitaliza
Hubo concentración defensiva, más allá de la línea de cuatro. Sacamos partido de la estrategia y disfrutamos de la movilidad necesaria por delante del balón. La presión en campo contrario, recuperando varios balones e incomodando la salida desde atrás del Eibar, nos estabilizó tras un arranque titubeante y nos permitió creer en nuestras posibilidades. No era un rival inaccesible y podíamos competirle de igual a igual. Y cuando tienes esa sensación, jugando contra la considerada mejor plantilla de la categoría, te vitamina el físico y la autoestima. También afectó positivamente la movilidad tan necesaria de quienes juegan por delante del balón y conectan con la delantera. Bermejo, James y, sobre todo, Francho aparecían por todos los lados y el rival empezó a sufrir a la espalda de sus mediocentros. Francho, además, se estrenó como lanzador de córners y coincidió con una mayor amenaza del Real Zaragoza en la estrategia. En el área propia, en especial en los minutos finales, con Francés y Jair descomunales, se supo solventar con nota un compromiso muy exigente ante todas las torres que reunió el rival en su ataque.
Nombres propios que quizá no se llevaron ningún titular
Todos coincidimos en el extraordinario partido de Francho y en el sobresaliente rendimiento defensivo de la pareja Francés-Jair en la media hora última, pero no sería justo dejar de elogiar el partido del resto de futbolistas en un triunfo tan coral y redondo. Me quedo con el impecable trabajo táctico de Petrovic, inteligente para ocupar la posición del central que sale de zona persiguiendo a un rival y totalmente confiable para sus interiores, permitiéndoles soltarse y conectar con los tres de arriba. El maridaje del serbio con Francho es una absoluta garantía de estabilidad para el conjunto y refuerza un pasillo de seguridad que ya abrillantaban Cristian y los centrales. Ahí, unos metros por delante, se encuentra y potencia nuestra médula espinal Álvaro Giménez. ¡Qué trabajo hace, cómo gana balones entre centrales y es capaz de jugarlos con todo el sentido! No me gustaría olvidarme de Chavarría: todos le atribuimos más virtudes ofensivas que defensivas y contra el Eibar -durante casi toda la temporada, siendo justos- fue capaz de abrochar su lateral y mantener la concentración táctica durante todo el encuentro. Dense todos por felicitados, nos quedamos sin espacio para aplaudirles uno a uno como merecerían. Porque la línea final ha de ser para La Romareda: el teatro de nuestros sueños. Si el Real Zaragoza consigue hacerse fuerte en casa, habrá mucho que celebrar en esta Tribuna Fondo Norte… y en el resto de la grada.

Buena crónica. Enhorabuena y gracias.
Muchas gracias por la felicitación, Javier!
Se la transmitimos a Pablo de tu parte
Nos está aportando solidez y conocimiento del juego. Ha sido un acierto de la secretaría técnica 😉
Abrazos