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Una fortaleza en la costa
El Real Zaragoza de las buenas sensaciones y la ceniza mediática visita La Rosaleda, donde ningún visitante ha marcado y apenas el Mirandés ha empatado, sin Francho, Mesa ni Yanis. Vuelve Francés
✍️ Javi Hernández (@SepiaHdez)
Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)
O el Real Zaragoza logra lo que nadie ha conseguido en este campeonato -marcar y ganar en Málaga- o el volcán periodístico que nos rodea aumentará su fase explosiva y seguirá vertiendo ceniza sobre un equipo imperfecto e inconcreto, pero que lleva seis jornadas invicto y desafía la teoría universal de la manta corta: recibe goles como el que menos (7) y dispara a puerta como el que más (124). Urge ganar, por supuesto. La incapacidad de hacerlo desde Alcorcón obliga a asaltar esta fortaleza en la costa y JIM deberá estar más preciso que en sus últimas alineaciones (en Lugo y contra el Huesca, especialmente); pero si no nos valoramos y cuidamos, nos haremos daño por enésima vez en esta década infernal. Necesitamos ser eficaces, gritar goles y celebrar triunfos… casi tanto como ser responsables y constructivos en el acompañamiento, como lo está siendo La Romareda y no tanto nuestro eruptivo gremio.
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Francho no se ha recuperado a tiempo de su rotura muscular en la parte alta del sóleo y Nano Mesa sigue curando la herida abierta en el empeine. Con estas dos ausencias, más la de César Yanis -descartado desde que la LFP programó este encuentro en sábado, por no poder regresar a tiempo de los compromisos con Panamá-, y el regreso de Francés de la sub-21, el Real Zaragoza afronta una salida a un rosal sin espinas: Málaga le ha guiñado el ojo en las dos últimas ocasiones y se necesita, para que el sismógrafo se relaje, que lo haga una tercera.
Francés y Álvaro Giménez parecen novedades seguras respecto al once presentado contra el Huesca y, como diría Mayra Gómez Kemp en el ochentero ‘Un, dos, tres’: hasta aquí puedo leer. No debería haber sorpresas en la línea defensiva -más aún tras el fallido ajuste en Lugo-, pero el derbi pasó factura física a algún futbolista que ha entrado en la convocatoria y que, al jugarse de nuevo apenas cinco días después, no se tiene absoluta certeza de que esté para arrancar de inicio.
Eguaras y Narváez encabezan esa lista de sospechosos. El navarro tuvo que pedir el cambio en el descuento por tener cargado el aductor y el colombiano, quien ya se perdió los dos últimos encuentros por lumbalgia, fue confundido con una estera por Buffarini. De estar ambos plenamente recuperados, las incógnitas se reducen a si seguirá Vada en el once y si JIM mantendrá un 4141 -que se sostiene mucho peor sin Francho– o pasará a un 4231, que ya revitalizó al Real Zaragoza en la segunda mitad del derbi.
El probable 11 de JIM
Por poco profesional que pueda sonar -y hasta ser-, existen las mismas posibilidades de anticipar el próximo once como de fallarlo por mucho. Si Narváez y Eguaras están plenamente disponibles, el margen de error se reduce mucho. La plaza de Vada sería la más débil y ahí James -manteniendo el 4141- y Borja Sainz -en un 4231, que podría llevar a Bermejo a la mediapunta- serían las opciones más probables. Adrían, ocupando la mediapunta y manteniendo a Bermejo por derecha, sería una alternativa que aquí aplaudiríamos.
Petrovic diría presente en caso de que Eguaras no esté para ser titular y Borja Sainz -o Nieto, adelantando Chavarría su posición- serían la solución si Narváez vuelve a los minutos restringidos de Lugo y ante el Oviedo. Estamos en un tramo de cuatro encuentros en 14 días y JIM va a gestionar los esfuerzos pensando en Málaga y mirando también el horizonte próximo. No cuenten con que hagamos bingo en una alineación en las próximas semanas, por mejor voluntad que le pongamos. José Alberto, técnico asturiano del Málaga -ex Mirandés-, pierde por sanción al deseado Paulino y recupera al también pretendido Víctor Gómez. El fugado Peybernes estará disponible, tras sufrir unas molestias durante la semana, y el joven y habilidoso Kevin tratará de alimentar, desde la izquierda, a Jozabed y a Brandon. El Real Zaragoza visita una fortaleza y si no hace lo que nadie ha hecho allí hasta ahora -marcar y ganar-, es muy probable que se acelere la lengua del volcán mediático. Vamos a por el tercer guiño consecutivo en Málaga. No hay ceniza que 100 años dure.
