ALAVES 1-0 REAL ZARAGOZA. La hora de Sanllehí (J.15)

LA HORA DE SANLLEHÍ

El Real Zaragoza, de nuevo impotente estando una hora en superioridad numérica, cae en casa del líder. Golazo de Jason. Séptima derrota y noveno partido -de 15- sin marcar de un equipo en profunda depresión. Torrecilla será el primero en caer

🐾Javi Hernández (@SepiaHdez)

📷Archivo Alfonso Reyes (@Futbolgrafo)

El Real Zaragoza pierde por pura depresión. La que genera y la que sufre. Se ha instalado en una ciénaga futbolística y mental que convierte cada partido en un suplicio y cada triunfo, en una quimera. Es cierto que hace apenas una semana se ganó en Tenerife y pareció divisarse un halo de esperanza, pero la oscuridad vuelve a envolvernos. Siete derrotas y nueve partidos sin marcar un gol es el terrorífico balance de un equipo devorado por sus imperfecciones y que necesita un desfibrilador anímico, entre otras intervenciones urgentes. Todo indica que Sanllehí va a prescindir de Torrecilla en los próximos días, quizá horas, y que mantendrá el crédito en un Carcedo ya demasiado desgastado entre el zaragocismo. Ojalá acierte en sus próximas decisiones, su suerte es la de todos.

Torrecilla vive en plena destitución en diferido. Sólo el doblete de Vada en el Heliodoro evitó su salida inmediata, pero su adiós ya resulta imparable. Su inopinada renovación en junio apenas se explica por una cuestión de tiempos: la nueva propiedad no se hizo con el club hasta mediados de mayo, tras un proceso interminable e insoportable, y Sanllehí -aunque es cierto que vivió el día a día del club desde abril- sintió que se le quedaba corta la pista de aterrizaje si prescindía del director deportivo al primer toque. De haberse consumado la venta un par de meses antes, el Real Zaragoza habría arrancado el verano con otro director deportivo y quién sabe si con el mismo entrenador. Son los daños no tan colaterales de la guerra intestina  y perversa -de casi un año de duración- de la anterior propiedad, donde siempre consistió -por parte de quienes lo han hecho, oficial y oficiosamente: Forcén y Yarza- en terminarse quedando.

Carcedo, salvo milagro que inspire para escribir una novela, está tristemente amortizado. El aragonés -y por extensión, el zaragocista- no te suele levantar la cruz después de que te la haya puesto, con más o menos motivos. Aquí hay unos cuantos. Cuando se empeña en algo, en ir contra algo más bien, no pierde el pulso ni contra Napoleón. Esa falta de conocimiento del medio, que ya provocó más de una explosión en La Romareda por varias decisiones contra natura del riojano, puede jugar ahora en contra del propio Sanllehí, si se empeña en mantener a quien la grada ya lleva semanas bajando el pulgar.

Quienes cotizan como periodistas pero, en realidad, llegarán a la jubilación por su expertise en encender y avivar hogueras, habrán aprovechado el marcador para pedir el descabello del entrenador. Carcedo debería ser destituido por la gravedad de los datos antes aportados -siete derrotas y nueve partidos sin marcar- y porque el equipo ya pide que se le recete prozac pero, siendo justos, éste fue de los pocos encuentros -el partido contra el Sporting y para de contar- donde ni el planteamiento inicial ni los posteriores cambios le dejan en mal lugar. Soy consciente de que, con esta afirmación, muchos habréis querido dejar de leer la crónica. En todo los oficios hay que ser valiente.

El Juego del Sepia anduvo fino como nunca esta temporada. Intuyó el regreso al once de Jair, que se mantendría la estructura de tres centrales -pese al creciente rumor durante la mañana del partido de que el equipo volvería a la la línea de cuatro atrás-; la entrada de Gámez por Larra, la de Zapater por Molina y que Francés, Fuentes, Grau, Vada y Simeone se mantendrían como titulares. Apenas erró en Petrovic y Puche, en cuyo lugar actuaron Lluis y Mollejo. Llamó la atención -se entendió poco, en realidad- que López y no Jair fuera el central zurdo, estando el portugués sobre el campo. Por lo demás, un 541 más natural y mejor ajustado que en sus versiones anteriores.

Cristian, apenas reconocible durante toda la noche, se excedió en su confianza en la frontera del minuto 20 y tardó demasiado en patear un balón. El infatigable De la Fuente llegó a desviarlo y encendió todas las alarmas en el área. El rosarino, por más que excursionó intentándolo, no logró desactivarlas y Rioja puso un buen centro, que Jason no supo cabecear a una portería indefensa. Pareció no tener instinto goleador… Este importante susto contrajo aún más al Real Zaragoza en campo propio y el Alavés comenzó a sentirse dueño absoluto del pleito. Francés sacó bajo palos un ataque más propio del Seis Naciones, cerca del área pequeña visitante, y Jair imponía su extrañada presencia en el espacio aéreo aragones.

El áspero, mediocentro uruguayo Benavídez, quien ya debío haber visto una amonestación por pisar el talón de Vada nada más arrancar el choque, se excedió en una innecesaria entrada sobre Mollejo y cometió la imprudencia de clavar sus tacos en el gemelo del madrileño. El VAR avisó a Hernández Maeso antes de que el balón se pusiera en juego y éste lo expulsó tras consulta en el monitor. El Alavés apenas maniobró retrasando a Guridi en un 441 y el Real Zaragoza vivió sus mejores minutos del choque, rondando el gol ante unos locales en llamas por haberse quedado con uno menos. Con todo, apenas una pierna adelantada de Luis Rioja, en un mal repliegue defensivo, anuló un primer gol de Guridi al borde del descanso.

Carcedo optó por no cambiar de sistema y mantuvo a los tres centrales, pese a ser uno más. Sí retiró a Vada en el intermedio por llevar amarilla y ser un claro objetivo del Alavés para recuperar la igualdad numérica. Salió Puche en su lugar. Desde aquí entendemos ambas decisiones como un acierto. El Zaragoza se encontraba cada vez más cómodo y dominador con esta estructura, encerrando por momentos a un Alavés que es cierto que tenía un futbolista menos, como también que es el líder de la categoría y jugaba en casa. Gueye, Eugeni y Larra calentaban para cambiarle la fisonomía al equipo y pasar a un 442 más ofensivo, cuando un asteroide impactó con la red interior de la escuadra de Cristian y el Alavés se adelantó sin aviso previo.

Jair resuelve con juego peligroso una descoordinación previa con Francés y, cuando todos –Cristian incluido, claro- imaginábamos un centro al área, Jason se sacudió un imparable misil cruzado tierra-aire que nos dejó tiritando. Carcedo hizo de inmediato el triple cambio que ya tenía planeado, pero las hemerotecas le acusarán de no hacerlo hasta ir por detrás en el marcador. La última media hora de encuentro apenas fue el triste y depresivo ejercicio de impotencia de quien ya pierde porque se siente incapaz de hacer otra cosa.

Podríamos ponernos autodestructivos y señalar varios rendimientos desesperantes. Sólo diremos que todos los cambios fueron razonables y ninguno de ellos supo influir en un juego ofensivo que, huérfano del talento de Bermejo y de la furia de Azón, apenas late con el valor del llanero solitario Simeone. Gueye está muy lejos de ser el delantero que este equipo necesita, Zapater volvió a ser de los más destacados y esta plantilla no parece diseñada para alargar demasiado la propuesta de tres centrales y sí para probar, de una vez, el 4312. Veremos qué nos depara el futuro próximo y qué decisiones toma el director general. Es la hora de Sanllehí. El resto, mientras, haremos como Fuentes y rezaremos lo que sepamos.

ALAVÉS: Sivera; Tenaglia, Abqar, Maras, Duarte; Benavídez, Moya (Laguardia, 91); Jason (Arroyo, 76), Guridi, Rioja (Javi López, 89); y Miguel de la Fuente (Abdallani, 91).

REAL ZARAGOZA: Cristian Álvarez; Gámez (Larrazabal, 64), Francés, Jair (Gueye, 64), Lluís López, Fuentes; Grau (Molina, 80), Zapater (Eugeni, 64); Mollejo, Vada (Puche, 46); y Simeone.

ÁRBITRO: Hernández Maeso (Comité Extremeño). Expulsó a Benavídez, por entrada peligrosa a Mollejo a instancias del VAR (había sacado amarilla). Amonestó a Tenaglia (41), Vada (41), Abqar (45+3), Duarte (55) y Jair (58),

GOLES: 1-0, min. 61: Jason.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga, disputado en Mendizorroza. 12.500 espectadores.

1 comentario en “ALAVES 1-0 REAL ZARAGOZA. La hora de Sanllehí (J.15)”

  1. Carcedo es un desastre pero esta plantilla la coge Guardiola y no pasa del puesto 12/13. A eso hay que aspirar.
    Empiezas la semana añorando a un Víctor de entrenador (a esta tropa igual la exprime mejor Muñoz) y a estas horas casi añoro a Sainz de Varanda.
    Estamos en manos de un señor que renovó a Torrecilla (que ha hecho bueno a Lalo y ya es decir) y no tiene ni idea del suelo que pisa. Si no actúa (y acierta) espero que los propietarios actúen y lo larguen.

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