“De donde nace uno no se aleja nunca”.
Cuando así inicia alguien que ha recorrido tanto y tan lejos, tu atención se dispara.

Su ideal: la mejora continua. Su meta inicial: dejar buena impresión en sus tres clubs, con alto sentido de pertenencia. Valores, aparentemente fáciles de alcanzar, pero intrínsecamente unidos a una manera de ser auténtica, clara y limpia de verdad.

Previa de Montjuic: “… sabíamos que estando bien, íbamos a competir… que podríamos asustarles y ponerlos en duda…”
Y nos recuerda que el Real Zaragoza tenía esas cosas: se hacía fuerte en determinadas circunstancias. Especialmente en la “linda” Romareda, donde además se hacía “vistoso”. Vistoso y se hacía. Adjetivo y verbo pretérito, ¿volverá la esencia a conjugarse en futuro?

Siente su triunfo en haber conseguido enlazar el final de su carrera con volver a su pueblo “para ser uno más”. Que lo valore quien tenga un mínimo de sensibilidad.
El descanso del guerrero.