Benito Floro llevó a lo más alto al Albacete a principios de los noventa, hasta convertirlo en un fenómeno conocido como el Queso mecánico. Lejos todavía de aquella hazaña, Albés ha diseñado la todavía no bautizada como Navaja mecánica: un equipo que te ataca por todos los lados, con cuatro futbolistas -Higinio, Dubasin, Fuster y Mesa- que rozan la decena de tantos. Llega a La Romareda en una desahogada posición de playoff y como el segundo conjunto más realizador de la categoría. No podrá contar, eso sí, con dos puntales defensivos: el lateral Julio Alonso -sancionado- y el central Boyomo, convocado por Camerún.